Soy un alentadorMuestra
Alienta a otros espiritualmente
Los oradores públicos están entrenados para dar un punto y una imagen. Es decir, decir y luego ilustrar. Veamos el punto de Proverbios 27:17 y la imagen de Romanos 1:8-17. El amor de Pablo por la iglesia de Roma lo llenaba de un anhelo de estar junto a ellos, pero no tan sólo para charlar y ponerse al día. Pablo quería que estén juntos para que, como el hierro afila el hierro, ellos se alentaran unos a otros espiritualmente.
Los humanos somos, desafortunadamente, algo olvidadizos. Somos propensos a tomar el crédito por las bendiciones de Dios. Cuando nos animamos unos a otros espiritualmente, recordamos la Fuente de nuestra bendición. Cuando recordamos que no somos nuestros propios proveedores y protectores, ganamos coraje y esperanza para enfrentar las batallas externas y el miedo interior.
Por ejemplo, en lugar de decir: “Siento que estés sufriendo. Ni siquiera lo puedo imaginar”. Trata de orar con ellos también: “Dios, ¿darás la ayuda oportuna? Oro para que les des coraje y consuelo mas allá de lo que podemos pedir o imaginar".
Prueba esto: Sé un detective espiritual hoy. Presta mucha atención a cómo Dios está trabajando, o cómo puede trabajar en diversas situaciones. Luego, únetele para alentar a otros espiritualmente.
Escrituras
Acerca de este Plan
Ser un alentador es mucho más que alentar. Deja que este Plan Bíblico de cuatro días de Life.Church te ayude a descubrir la belleza y la fuerza del ánimo. Comienza leyendo la tercera de las seis partes de la serie "Mantente Positivo".
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