[Grandes versículos] El pueblo de Dios y el Dios del puebloEjemplo

Un Dios poderoso

Soberano Señor, que hizo el cielo y la tierra y el mar y todo lo que hay en ellos.

¿Cómo vieron a Dios? ¿Cómo se acercaron a Dios? ¿Cómo miraron a Dios los primeros cristianos? Esa banda de creyentes infundidos de espíritu y comprados con sangre que vieron a Dios obrar milagros en medio de ellos y que no se dejarían intimidar por las amenazas de los líderes políticos y religiosos. ¿Cómo vieron a Dios?

Aquí hay una pista: Pedro y Juan son amenazados y liberados. Vuelven a la familia de su iglesia y, naturalmente, acuden a Dios en oración. Escucha su oración, o al menos el comienzo de ésta: «Señor soberano, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos». Señor soberano. Gobernante absoluto. Rey de todos los reyes. Estás a cargo. No habla de los líderes religiosos importantes. No del poderoso ejército romano. No del gobernador romano Pilato. Tampoco del emperador de toda Roma. No. Solo, tú eres Señor y Dios.

Es con quien hablamos. El que creó las enormes montañas Rocosas, El Capitán y la media bóveda del Gran Cañón, el vasto y poderoso Océano Pacífico. El Creador, sí, que hizo las galaxias y los innumerables miles de millones de estrellas, algunas de las cuales son más grandes que la órbita de la Tierra alrededor del sol.

Es a él, a quien acudimos en oración. Es con quien tenemos acceso. Es él quien escucha nuestra oración. Es él quien se deleita en nuestra oración. Estoy completamente anonadado, deslumbrado por la grandeza y soberanía de nuestro Dios.

¿Cómo ves a Dios?