[Grandes versículos] El pueblo de Dios y el Dios del puebloMuestra

Gente ordinaria para un trabajo extraordinario

Ahora, cuando vieron la audacia de Pedro y Juan, y percibieron que no tenían educación, eran hombres comunes, se asombraron. Y reconocieron que habían estado con Jesús.

Eran hombres sin educación, comunes, ordinarios. Pescaban diariamente. Cuando Jesucristo vino a nuestro planeta, no eligió a los ricos, poderosos, académicos o famosos como sus discípulos más cercanos. Él eligió hombres comunes.

En toda la Biblia, este es el camino de Dios, ¿no es así? Dios usa hombres y mujeres comunes que reconocen su insuficiencia y, por lo tanto, su desesperada necesidad de depender de Cristo. Puede ser demasiado grande para que Dios lo use, pero nunca puede ser demasiado pequeño. Pero aquí está la clave: habían estado con Jesús, y eso marcó la diferencia. Fueron transformados para siempre.

Piensa en las personas que Dios usó en la Biblia. En The Purpose Driven Life, (Una vida con propósito), Rick Warren dijo: «Abraham era viejo, Jacob era inseguro, Lea no era atractiva, José fue abusado, Moisés tartamudeaba, Gedeón era pobre, Sansón era codependiente, Rahab era inmoral, David tuvo una aventura y todo tipo de problemas familiares, Elías era suicida, Jeremías estaba deprimido, Jonás era reacio, Noemi era viuda, Juan el Bautista era excéntrico, Pedro era impulsivo y de mal genio, Marta estaba preocupada, la mujer samaritana tuvo varios matrimonios fallidos, Zaqueo era impopular, Tomás tenía dudas, Pablo tenía mala salud y Timoteo era tímido». Esa es una gran variedad de inadaptados, pero Dios usó a cada uno de ellos para servirlo. Él también te usará si dejas de poner excusas.

El hermano Yun, en The Heavenly Man, le dijo a su esposa Deling: «No somos absolutamente nada. No tenemos nada de qué estar orgullosos. No tenemos habilidades ni nada que ofrecer a Dios. El hecho, de que él elija usarnos, se debe solo a su gracia. No tiene nada que ver con nosotros. Si Dios escogiera levantar a otros para su propósito y nunca volver a usarnos, no tendríamos nada de qué quejarnos».

Dios busca personas comunes que hayan estado con Jesús. ¿Eres una de esas personas? ¿Serás una de estas personas comunes?