[Serie Máximo Gozo] Parados en las promesas de DiosMuestra

Los enemigos de Cristo y sus obras – los ataques contra la Palabra de Dios

El apóstol Pedro nos dio un consejo, en una de sus cartas a la iglesia, que nunca debemos pasar por alto. Nos dice que seamos sobrios y que nos mantengamos alertas. Puede ser que te preguntes: “¿Por qué?”. Principalmente porque nuestro adversario, el diablo, anda a nuestro alrededor como un león rugiente, buscando a quién devorar.

El diablo es astuto, intentará robar nuestra paz y nuestro gozo o intentará hacernos dudar de la obra de Dios haciéndonos pensar que la obra de Jesús en la cruz no fue suficiente para salvarnos o para hacernos dudar sobre la divinidad de Jesús.

Si la primera mentira del diablo no funciona, nos atacará usando diferentes hombres y mujeres que hablen en contra de la Palabra de Dios (1 Juan 5:10-13). Veamos qué dice Juan al respecto:

“El que cree en el Hijo de Dios acepta este testimonio. El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, por no haber creído el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida eterna está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna” (1 Juan 5:10-13) NVI. 

Juan nos advierte sobre estas personas que el diablo usa contra nosotros. Si una persona no cree en el testimonio de que Dios ha respaldado el nombre de la Persona y obra de Jesucristo, le está llamando a Dios mentiroso. En otras palabras, él está diciendo que la Palabra de Dios no es confiable. Es un ataque directo contra la Palabra de Dios. Si el "maligno" (5:18) no puede hacernos dudar de la obra de Dios (que envió a Su Hijo a morir en nuestro lugar), entonces tratará de hacernos dudar de la Palabra de Dios (o ambas, ya que las dos están conectadas en este pasaje).

Lo que Juan argumenta en este pasaje es la credibilidad del testimonio de Dios (testigo) el cual es más alto que el de los hombres. Y este testigo o testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo. Nosotros podemos aceptar o rechazar este testimonio.

Más que seguramente conocemos la consecuencia del uno y del otro. Creer en el Hijo de Dios y en Su obra y Palabra conduce a la comunión con Dios y a la vida eterna. Mis amados hermanos y hermanas, seamos sobrios y mantengámonos en alerta; no permitamos que el diablo nos impida experimentar gozo al máximo. Satanás ha intentado y siempre intentará aplastar las promesas de Dios, pero estas no desaparecerán. Estas promesas son el fundamento seguro de nuestra fe, porque la Palabra de Dios permanece para siempre.