La plenitud de CristoMuestra

La fe del Hijo entiende

Tu fe siente, siente la gloria, siente el poder… la fe de Cristo sabe lo que el autor hizo, lo que ya fue consumado. No importa lo que estés sintiendo fuera de él, sabes lo que ocurrió dentro de él: Cristo vive en mí, aunque no lo sientas. El sentir va con tus elementos sensoriales. Hay días que puedes sentir desánimo, que sientas no quiere decir que estás derrotado, afligido, o que seas incapaz. Lo que sientes no cambia lo que eres. Si alguno está en Cristo, no dice que sientas nuevas cosas, dice eres. Lo que es, no cambia por lo que sientes.

Hoy puedes sentir algo negativo: desanimo, tristeza, dolor, lo que sientes no altera lo que eres: eres nueva criatura en Cristo, tienes nueva vida, posees nueva naturaleza, opera la mente de Cristo que te hace saber lo que ya fue hecho en el autor y consumador.

Antes de la cruz, la fe de los antiguos en Hebreos 11, los patriarcas, los profetas, caminaron esperando la promesa. Por eso, esos antiguos empezaron a creer al que habría de venir, porque Dios prometió que vendría la simiente. Creían, tenían fe, pensaban: «Dios lo va a hacer porque Dios lo dijo». La fe de ellos era esperando lo que habría de venir a cumplirlo. Cristo, la simiente vino; y dijo: Consumado es, hecho está, cumplido es. 

Resucitó para que los llamados hereden, ya no esperas una promesa que Dios va a hacer, tú ya sabes lo que hizo Dios. Conoces al autor y consumador, conoces la obra consumada. Por eso es la riqueza de la gracia del nuevo pacto, que te hace entender y saber lo que Dios hizo en su propósito eterno en Cristo, en lo que él ya hizo. Esa fe no espera que Dios lo haga, sabe que Dios lo hizo, no miro hacia el futuro esperando una promesa, miro hacia la cruz viendo un hecho consumado, lo leemos en Hebreos 12. La fe sabe.

No pido liberación, camino en la libertad con que Cristo me hizo libre, me hizo libre en la cruz donde rompió la maldición, el pecado, la muerte. Si alguno está en Cristo… no dice si alguno conoce a Jesús de Nazaret, sino si alguno está en Cristo, está resucitado, exaltado, ascendido, vive en ti. ¿Jesús podía vivir en ellos? No. Jesús podía caminar con ellos, estar entre ellos, pero no estar en ellos. Después de la cruz, Cristo está «en» todo aquel que cree en él.

Para reflexionar

¿Dónde están puestos tus ojos, en el futuro esperando que se cumplan promesas, o en el pasado en lo que Cristo consumó para ti?

Este plan devocional se basó en la predicación de Basilio Patiño, si desea ver el material completo, siga el enlace Clic aquí