[Serie La Experiencia del Éxodo] Devocionales de La Experiencia del ÉxodoMuestra
La virtud de la paciencia
Una de las cualidades más significativas de un líder que surge de una Experiencia del Éxodo es la virtud de la paciencia. Algunas veces nos encontramos rodeados por las dificultades y estamos tan inmersos en ellas que no podemos encontrar la salida. Cuando esto sucede, podemos permanecer en calma, esperando que el suave tirón de Dios nos hale en la dirección correcta. El tirón podría provenir del consejo sabio de otro cristiano, las Escrituras, la guía del Espíritu Santo o por medio de nuestras oraciones fervientes y expectantes, pero la clave es reconocer nuestra dependencia de Él y tener la paciencia de confiar en que operará a su manera y en su tiempo. Esta paciencia es lo que se desarrolla en la Experiencia del Éxodo.
El discurso de Moisés en los versículos 13 y 14 son quizá su mejor momento como líder de Israel. Insta a la calma y luego ordena una espera sencilla en medio del caos y el temor. Este maravilloso mensaje es moldeado conforme a su conocimiento y confianza en Dios aunque el pueblo, a pesar de que había visto a Dios operar milagros antes, ahora estaba lleno de temor.
Moisés primero le dice al pueblo: «No teman». Esta pequeña afirmación carga con el peso del Dios de Israel y sus promesas. Moisés conocía a Dios lo suficiente como para hacer esta afirmación enfática. ¿Conocemos a Dios así de bien? En Deuteronomio escuchamos estas palabras: «No teman, ni tengan miedo de ellos, porque el Señor es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará». ¡Qué increíble palabra de consuelo! Pablo nos dice en su carta a los Romanos que si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? No debemos temer.
Moisés entonces le dice a la nación que estén firmes. ¿Por qué? Para que vieran la salvación que iba a hacer el Señor. El salmista nos dice que reposemos en el Señor y que esperemos con paciencia en Él. El profeta Isaías nos dice que los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas y caminarán y correrán sin cansarse. Qué promesas tan maravillosas. Robert J. Morgan lo dice de esta manera: «Muchas veces no podemos resolver problemas, sanar heridas, cambiar circunstancias o ganar nuestras propias batallas. Debemos arrodillarnos en oración y luego levantarnos para ver lo que hará. Debemos dejar espacio para Dios, permaneciendo en calma y dándole tiempo para trabajar». La paciencia se vuelve una virtud cuando oramos, estamos quietos y lo observamos operar para su gloria y nuestro bien.
Acerca de este Plan
Muchas veces pasamos por situaciones semejantes a la Experiencia del Éxodo. Dios usa estos momentos para desarrollar en nosotros paciencia, oración, dependencia de Él, una mentalidad de siervo, alabanza y bendición. Con esto nos equipa para vencer los desafíos, dificultades, luchas y fracasos. Y al final del proceso terminamos siendo un mejor líder. Acompáñanos a descubrir todo lo que podemos aprender de Dios en la Experiencia del Éxodo.
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Nos gustaría agradecer a Grace School of Theology por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.gsot.edu