Ayuno Del Pensamiento ErróneoMuestra

DIA 9 — “Me siento como una víctima.”

Hoy estamos ayunando del pensamiento que dice: “Me siento como una víctima”.

Viktor Frankl sobrevivió al campo de exterminio nazi en Auschwitz al definir la libertad máxima como la capacidad de “elegir la actitud que uno toma en cualquier conjunto de circunstancias”.

La peor prisión del mundo es en la que nos encerramos nosotros mismos: nuestra mente.

VAMOS A CAMBIARLO HOY

1. Nadie puede mantenerte en tu situación actual, excepto tú mismo. Debemos comenzar HOY a aceptar la responsabilidad total de ser vencedores, no víctimas. Tú eres MÁS que un conquistador, más que un vencedor.

2. Las personas pueden haber tenido algo que ver en cómo te metiste en esa situación, pero solo TÚ puedes decidir si te mantienes en esa situación.

3. La mentalidad de víctima termina cuando TOMAMOS TOTAL RESPONSABILIDAD de nuestra actitud y dirección en la vida. Deuteronomio 30:15,19 dice: “Mira, he puesto delante de ti este día, vida y prosperidad, muerte y adversidad (...) así que escoge la vida, para que tanto tú como tus descendientes VIVAN (la vida victoriosa, abundante, el tipo de vida de Dios)”.

4. Pídele al Espíritu Santo que te ayude. La total respon- sabilidad no significa que estemos en el asunto solos. Dios está de nuestro lado y Él nos ayudará. Es natural buscar ayuda, pero obtengámosla de Dios. Juan 16:13 dice que “¡el Espíritu Santo es nuestro Ayudador!”. Cuando tú tienes Su ayuda, ¡no necesitas culpar a nadie por nada! Culpamos cuando nos sentimos impotentes, ¡pero NO lo somos!

5. Comprende que la palabra respuesta es la raíz de responsabilidad. Es posible que no podamos controlar todo lo que otros nos hacen, pero podemos controlar nuestra RESPUESTA frente a esto ¡En nuestra respuesta yace nuestra libertad y nuestro crecimiento!

6. No regales tu poder. Regalamos nuestro poder para vivir en victoria, salud y éxito, cuando permitimos que otros determinen cómo RESPONDEMOS. Tenemos el poder de perdonar, el poder de recuperarnos y el poder de superar cualquier cosa. Cuando culpamos a otros, les estamos regalando ese poder.

7. TOMA CONTROL DE LO QUE DIOS TE HA DADO. El maestro le dijo al sirviente que escondió su talento: “¿Por qué al menos no invertiste mi dinero para que yo pudiera recibir intereses?” (Mateo 25: 24–27). El sirviente culpó al maestro y se excusó así mismo. Como resultado, cayó en la tentación del resentimiento y el miedo. Perdió todo porque tenía una mentalidad de víctima.

PIÉNSALO Y DILO

¡Nadie puede mantenerme oprimido! Yo no soy una víctima. Soy un victorioso. Asumo la total responsabilidad de mis respuestas en la vida, mis actitudes y mis decisiones. Espíritu Santo, estoy pidiendo tu ayuda. Tú vives en mí y ¡eres mi Ayudador! Me niego a ceder mi poder culpando a otros. Asumo la responsabilidad de mis pensamientos, mis acciones y mis REACCIONES. Abandono la idea de que mi situación es culpa de alguien más. Soy un vencedor. Soy más que un conquistador ¡En el nombre de Jesús!