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18 enero - Una oración que cambió un destino

1 Crónicas 4:9-10 TLA "Cuando Jabés nació, su madre le puso ese nombre porque le causó mucho dolor durante el nacimiento. En cierta ocasión, Jabés le rogó a Dios: «Bendíceme y dame un territorio muy grande; ayúdame y líbrame de todo mal y sufrimiento». Dios le concedió su petición, y Jabés llegó a ser más importante que sus hermanos” 

Dios nos hace personas que marcan la diferencia es decir “sobresalientes”.

Génesis 41:38 TLA “y el rey les comentó: «En ningún lado vamos a encontrar a nadie más inteligente que este joven»”

Jabes fue sobresaliente pero no porque tenía mucho dinero ni porque era un juez, tampoco sobresalió por ser rey de Israel, no sobresalió por sus ideales, Jabes sobresalió por una oración y esa oración abrió los cielos. 

Jabes es una palabra hebrea que significa "el que causa dolor, el que entristece". Creció con un problema de rechazo muy grande, estaba destinado a ser una desgracia, la madre lo maldijo. A ti te pueden haber maldecido diciendo que naciste fuera de tiempo, o que siempre vas a ser así, que nunca vas a cambiar, que eres el no deseado, el que causa tristeza, pero, aunque hayas tenido un mal comienzo… Dios te hará tener un buen final.

Jabes oró de acuerdo con la voluntad de Dios, buscó la bendición y no se resignó al dolor. Esta oración capturó el corazón de Dios y fue completamente respondida.

Malos comienzos no significan malos finales si tienes a Dios contigo, significa que necesitas una oportunidad divina, necesitas levantar una oración de fe.

Yo no conozco tu comienzo, pero Dios es experto sacándonos de la aflicción a la victoria, es experto sacándonos de los lugares de tinieblas y llevándonos a la luz, Él es experto cambiando nuestras circunstancias a la bendición.

Jabes, aquel cuyo nombre significaba dolor fue el más importante entre sus hermanos. Eso significa que fue honorable, de renombre, muy rico y próspero. Jabes fue proclamado el más ilustre pues el que nació destinado a la desgracia, se convirtió en el hombre más reconocido de todo su país por una oración.

¿Cómo fue esta oración? 

"Bendíceme". A Dios le gustó esta oración. A Dios le gusta que le pidas, le agrada alguien que le digas: "Señor, yo necesito tu bendición". 

La bendición de Dios es irrevocable.

Números 23:20 TLA “Dios me ordenó bendecir a su pueblo. Él así lo mandó, y no puedo evitarlo.”

Jabes oró por un cambio en su vida y en su destino. Esto nos motiva a levantarnos cada mañana anhelando su bendición. Deséalo con todo tu corazón y ora por ello. 

Dame un territorio muy grande: Había un pescador a la orilla de un río y frente a él había otro pescador y se sorprendía al ver cómo pescaba y veía que sacaban peces del río y los media y los echaba al agua desde los medianos hasta los más grandes y al final no pescaba y el otro pescador se le acercó para preguntarle por qué es que veo que pescas peces grandes los mides y los vuelves a echar al río, a lo que respondió es... que tengo una sartén muy pequeña. 

Yo diría no solo la sartén es pequeña sino la mente era pequeña. ¡Dios quiere que vivamos sin límites!

Eso le pasaba a Abraham lloraba en su tienda, tengo oro, tengo trabajadores, pero no me has dado un hijo quien me herede todo esto y Dios le dijo sal de tu tienda y mira las están estrellas si las puedes contar así será tu descendencia.

No te limites a las cuatro paredes, a la sartén, sal de tu condición, deja de mirarte al espejo y decir no puedo, mira al Dios del cielo y cambia tu sartén porque Dios tiene cosas grandes para tu vida.

Ayúdame y líbrame de todo mal y sufrimiento: que la mano de Dios esté contigo significa favor, que te es concedido todo lo que deseas. Dios te abrirá las puertas.

En la mano de Dios, hay provisión y hay libertad, hay unción y hay milagros.

Ora y confía, para que aún en los problemas, la mano abierta de tu Padre Celestial te brinde su protección y provisión sobreabundante.

¡Dios le concedió su petición!

No hay límites para la bendición que Dios tiene para tu vida.