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365 días con Dios

DÍA 16 DE 31

  

16 enero – Una unción especial

1 Samuel 16:11 TLA “Finalmente, le preguntó a Jesé: ¿Ya no tienes más hijos?

Y Jesé le contestó: Tengo otro, que es el más joven. Está cuidando las ovejas.

Samuel le dijo: Manda a llamarlo, pues no podemos continuar hasta que él venga.”

Si David estaba inseguro sobre la forma de culminar el Salmo 23:5 “Aunque se enojen mis enemigos, tú me ofreces un banquete y me llenas de felicidad; ¡me das un trato especial!” 

¡Nadie se sentará a la mesa hasta que tú llegues! No te preocupes si otros se adelantaron a la fiesta, Dios tiene un lugar especial para ti, y lo que es para ti, nada ni nadie te lo puede quitar.  Tal vez gente como los familiares de David, piensas que no deberías estar dónde estás, pero Dios tiene un tiempo preciso para que tomes tu lugar en su banquete, serás lleno de felicidad. 

1 Samuel 16:12 TLA “Jesé hizo llamar a David, que era un joven de piel morena, ojos brillantes y muy bien parecido. Entonces Dios le dijo a Samuel: «Levántate y échale aceite en la cabeza, porque él es mi elegido

Puede que no sientas ser el elegido de nada, pero cuando Dios dice que eres tú, su llamado te perseguirá.

¡Él le dice a tu jefe... es él a quien tienes que promocionar, es él a quien le duplicarás el sueldo, es ella a la que vas a bendecir con ese auto, es él quien merece estar en un lugar de autoridad!

1 Samuel 16:13 TLA “Samuel tomó aceite y lo derramó sobre David, en presencia de sus hermanos. Después de eso, regresó a Ramá. En cuanto a David, desde ese día el espíritu de Dios lo llenó de poder.”

A partir de ese momento, David ya no fue el mismo y esto sucede cuando recibes de Dios. ¡Nunca más volvemos a ser los mismos, algo revolotea dentro nuestro y sabemos que es el Espíritu Santo!

Aunque David continuara ocupándose de la tarea de cuidar ovejas, su destino era mucho mayor. Y contigo sucederá igual, puede que lo que estés haciendo ahora no te agrade, que pienses que para eso no estudiaste, pero Dios sobre ti se encargará de llevarte a la mesa donde te tienes que sentar, y ponerte frente de los más influyentes con los que tienes que conversar, de promocionarte si mover un dedo. Y cuando todo eso pase recuerda que Dios te hizo llegar hasta allá.

Aunque hagas el mismo trabajo, no eres la misma persona, eres especial. La promoción de Dios en nuestra vida se hace evidente poco a poco. Antes de conocerle, trabajabas dependiendo solo de tus habilidades, pero  Dios te sacará del anonimato. No importa que tu tarea continúe siendo la misma porque ahora el Espíritu de Dios está sobre tu vida y te ayudará a vencer gigantes. 

1 Samuel 17:24-27 TLA “Cuando éstos vieron a Goliat, les dio mucho miedo y huyeron.  Pero David les preguntó a los que estaban cerca de allí: ¿Quién se cree este extranjero, que se atreve a desafiar a los ejércitos de Dios? ¿Qué le darán a quien lo mate y le devuelva la honra a Israel? Y le contestaron a David: Quien mate a ese atrevido, se casará con la hija del rey Saúl. También recibirá muchas riquezas, y su familia no volverá a pagar impuestos”

A David le interesó el gigante cuando supo que había una recompensa por derrotarlo. Hay que saber diferenciar a los gigantes de las oportunidades de crecimiento. Por ejemplo, nuestra familia no es un gigante a vencer, sino una oportunidad de crecer. Ellos te enseñan a ser humildes, te hacen ver tus errores, te critican y te ayudan a formar carácter. Los gigantes son enemigos a los que hay que vencer porque de ello depende recibir tu recompensa. Cuando David escuchó que recibiría algo si derrotaba al gigante, también recibió valentía para luchar y triunfar. 

Muchos preguntan acerca del por qué no los han promovido, la razón es que aún tienen ciertas cosas que resolver en la oscuridad antes de poder enfrentar a ese gigante en público. Si aún estás en el anonimato es porque todavía te falta vencer leones y osos que te acechan. 

David no toleró que el gigante se metiera con Dios. 

1 Samuel 17: 43-47 TLA “lCuando vio que David no era más que un muchachito de piel morena, lo consideró muy poca cosa y lo maldijo en nombre de sus dioses. Le dijo: ¡Vaya con el niño bonito! Vienes a pelear conmigo con un palo, como si fuera yo un perro. Ven acá, que te voy a matar, y con tu carne voy a alimentar a los buitres y a las bestias salvajes. Pero David le contestó: ¡Y tú vienes a pelear conmigo con espada, y flechas y lanza! Pues yo vengo en el nombre del Dios todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien te has atrevido a desafiar.Hoy mismo Dios me ayudará a vencerte, y te mataré y te cortaré la cabeza. Hoy mismo alimentaré a los buitres y a las bestias salvajes con los cadáveres de los soldados filisteos. ¡Y todo el mundo sabrá lo grande que es el Dios de Israel! »Todos los que están aquí se darán cuenta de que es Dios quien da la victoria en las batallas. Dios nos dará la victoria sobre ustedes, ¡y así sabrán que para triunfar, Dios no necesita de espadas ni de flechas!

El gigante que amenaza tu vida se callará cuando tú le hables sin temor.

Vence tus gigantes hablándole de tu GRAN Dios.

Camina para el Señor, disfruta en Su presencia, trabaja junto con el Espíritu Santo, porque Él está contigo y las batallas del día a día son de Dios y las gana Dios para ti.

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Acerca de este Plan

365 días con Dios

365 con Dios es un plan de lectura devocional que tiene como objetivo despetar en cada lector el ser buscadores de la presencia de Dios a diario.

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Nos gustaría agradecer a Sociedad Biblica Chilena por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.wenddyneciosup.com