Maestro De UnoMuestra
La "Única Cosa" de Jesús
Ayer, argumenté que para glorificar mejor a Dios y amar a los demás a través de nuestro trabajo, deberíamos buscar convertirnos en "maestros de uno" en lugar de convertirnos en "maestros de ninguno." Para hacer esto, debemos tener claridad sobre el trabajo que Dios nos ha creado para hacer y el valor de decir "no" a prácticamente todo lo demás.
No creo que nadie entendiera esto mejor que Jesús quien mostró una notable conciencia de los límites naturales del tiempo y del lugar de atención en nuestra habilidad para cumplir el llamado de nuestra vida, o lo que Jesús se refirió como la obra que el Padre le dio para hacer (ver Juan 17:4).
En Lucas 9:51, se nos dice, "Y acercándose el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús resueltamente se encaminó a Jerusalén" (énfasis mío). La imagen aquí no es de Jesús dispersándose a sí mismo a través de una mirada de actividades no esenciales. Jesús estaba concentrado en "lo suyo": predicar las buenas nuevas de la redención en palabra y última obra.
En el pasaje de hoy, se nos dice que mientras Jesús estaba "en camino" a cumplir esa misión, se detuvo en la casa de María y Marta y enseñó una lección sobre el enfoque que ellos (y nosotros) tan desesperadamente necesitamos. En la escena, encontramos a Marta distraída por muchas cosas, mientras que María estaba enfocada en una sola. ¿La respuesta de Jesús? "Se necesitan pocas cosas - o de hecho una sola."
Comentando este pasaje, Tim Keller dio en el clavo: "[Mary] decidió lo que era importante, y no dejó que el día a día la alejara de eso. Como resultado, ella fue atraída a una grandeza que ni siquiera soñamos. Porque somos más como Marta que María, nos estamos hundiendo en un mar de mediocridad" (énfasis mío).
El mundo nos está presionando constantemente para ser más como Marta que María, convenciéndonos de que el camino hacia la felicidad y el impacto es el camino de más- más empleos, más compromisos, más dinero, etc. Pero aquí, Jesús nos ofrece un camino mejor, más simple, más sano. Nos ofrece el camino de menos pero mejor.
En un mundo lleno de Martas, permitamos que las palabras de Jesús impregnen cada aspecto de nuestra vidas,especialmentenuestro trabajo. En vez de dispersar nuestros dones y energía en un millón de direcciones, busquemos la única cosa vocacional que creemos que el Padre nos ha dado para hacer y luego dominar esa obra para su gloria y el bien de los demás.
¿Cómo empezamos a encontrar nuestra "única cosa"? Esa es la pregunta a la que volveremos mañana.
Acerca de este Plan
Lo opuesto a la maestría es la mediocridad, y la mediocridad es nada menos que un fracaso del amor y una distorsión de la imagen de Dios. En este Plan, explorarás por qué los Cristianos debemos tener los más altos estándares de excelencia en nuestro trabajo, qué debemos buscar "lo nuestro", y cómo puedes lograr dominio de tu vocación para la gloria de Dios y el bien de los demás.
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