Todo sobre el Cielo - DueloEjemplo

La Biblia está llena de promesas y perspectivas útiles, pero puede que sea una lucha incluso leer o beneficiarte de la Escritura como alguna vez lo hiciste.

Está bien luchar y, de hecho, es bastante normal. Es bueno saber que tienes permiso de tomarte todo el tiempo que necesites. Las personas varían grandemente en cuanto a cómo llevan el duelo. Conocimos a una amiga a quien le tomó más de doce meses antes de siquiera pensar en regresar a una reunión en la iglesia. Gill y yo tuvimos que pensarlo detenidamente. 

Lo más difícil de regresar a la iglesia es el desafío de encontrar la calificación de personas bien intencionadas y el proceso de conversación puede ser negativo y completamente agotador. Lo que hicimos fue llegar dos o tres minutos tarde, pidiendo a alguien que nos guardara asientos justo al lado de la puerta y nos íbamos al comenzar la última canción o al comenzar la oración de cierre. Después de varios meses, pudimos quedarnos y charlar por cinco minutos, aunque incluso eso era desafiante. Colocamos un aviso en la circular de nuestra iglesia explicando y aconsejando a las personas cómo podían ‘tratarnos’. Incluso con esa preparación cuidadosa, la mayoría de los servicios eran aún un desafío y por lo general no ayudaban. Pero ni Gill ni yo queríamos estar totalmente aislados.

También es importante entender la manera tan diferente en que necesitamos expresar y tratar con nuestro duelo. En las primeras semanas, Gill necesitaba hablar con personas, a veces en detalle, mientras que, para mí, hablar con varias personas era desafiante e inútil. Los miembros y líderes de la iglesia querían, con mucha razón, visitarnos. Gill estaba agradecida; yo fui desafiado. Al final, les explicamos a los visitantes que para mí el hablar con varias personas era agotador e inútil, mientras que para Gill era una bendición. Ella pasaba tiempo con los visitantes y yo llegaba en cualquier momento al final y me beneficiaba de las oraciones. Los amigos entendieron y al final nos ayudó a ambos.

La consejería profesional, especialmente de fuentes cristianas, puede ser enormemente útil. Algunos en nuestra familia se han beneficiado especialmente de esta ayuda. Lo que es fundamental es tener respaldo de oración y no avergonzarse por pedirlo y recibirlo. 

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