Todo sobre el Cielo - DueloMuestra
La muerte de uno de los amigos más cercanos de Jesús, Lázaro, realmente originó uno de los versículos más cortos en la Biblia. ‘Al ver llorar a María y a los judíos que la habían acompañado, Jesús se turbó y se conmovió profundamente. —¿Dónde lo han puesto? —preguntó. —Ven a verlo, Señor —le respondieron. Jesús lloró. —¡Miren cuánto lo quería! —dijeron los judíos. (Juan 11:35)
Jesús había perdido a Su padre después de los 12 años, no estamos seguros de exactamente cuándo. Con todas las afirmaciones positivas que hemos hecho, Jesús no minimiza el dolor del duelo. Él no lo cubre, puede sentirlo de inmediato. Lo entendemos con esta corta historia, con el verso más corto de la Biblia. Jesús entiende el duelo. Él, más que cualquiera, sabe que la muerte está conquistada, pero esta deja detrás viudos, huérfanos y padres desconsolados. En la cruz, hay un intercambio extraordinario en donde Él declara y le dice a María ‘—Mujer, ahí tienes a tu hijo.’ y a Juan, ‘—Ahí tienes a tu madre.’ Lo que fuera que se hubiera establecido, Jesús comprendió la importancia de un apoyo cercano y confiable en momentos de duelo.
Si le preguntaras a alguien que está viviendo el duelo de la muerte de un ser querido, una de las cosas que sienten es que sufren solos, que nadie los entiende realmente. Eso es con frecuencia cierto en nuestra humanidad, pero la verdad liberadora es que en nuestro más profundo dolor, en esas incesantes lágrimas o en un tsunami de dolor, Jesús estuvo ahí y lo comprende.
El dolor y el amor están tejidos juntos. Nuestro dolor es tan intenso como lo fue el amor. Uno de los amigos de Jacob le dijo, hubieras estado mejor si hubieras tenido un padre que te pegara y nunca te amara, pero tu padre fue tan maravilloso, tan amoroso y tan creativo con los recuerdos, lo extrañaras demasiado.
Se espera que haya tristeza y dolor y, de hecho, se reciben de buena manera. ¿De verdad? Sí, si Jesús sana a los de corazón quebrantado, entonces habrá lágrimas. Si Él sana a los abatidos en espíritu, entonces habrá lágrimas. Las lágrimas pueden ser un síntoma o una señal de dolor sin esperanza, o pueden reflejar una pérdida real, profunda e incluso inimaginable, y aun así con la esperanza y seguridad sobre el destino de nuestro ser querido y la seguridad de nuestra propia sanidad.
Escrituras
Acerca de este Plan
La muerte nos afecta a todos, pero ¿cómo enfrentamos la pérdida de un ser querido? Este Plan proporciona esperanza y consuelo en medio del dolor.
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