Emociones TóxicasMuestra
Enojo
Las disputas en las vías y carreteras de los Estados Unidos se han incrementado de tal manera, que un estado adoptó una ley para sancionar a los conductores que manejan muy despacio en sus autopistas. Aparentemente los conductores lentos tienen la culpa de los enojos y quejas de los motoristas quienes los culpan por sus riñas viales. Pero, ¿es una buena idea culpar a otros por mi enojo? Muchos lo hacemos.
La Biblia comparte algo muy interesante acerca del enojo, dice: «Si se enojan, no pequen» (Efesios 4:26) NVI. Enojarse es una reacción normal en el ser humano. El problema reside en que esta reacción puede llevarnos o convertirse en pecado. La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿qué es lo que nos hace enojar? ¿Por qué me estoy enojando? Generalmente, el enojo es la respuesta a otro sentimiento que está operando más profundamente en nuestro interior. Puede ser que alguien nos esté faltando el respeto, puede ser que no nos sintamos apreciados o amados, o algo tan simple y banal como no estar en la vía más rápida de la autopista.
El termómetro que nos permitirá medir la legitimidad de nuestro enojo residirá en cuál es el resultado que genera el mismo. En otras palabras, la Biblia nos dice que revisemos nuestro enojo periódicamente de manera que no afectemos a ninguna persona alrededor nuestro ya que así, estamos dándole lugar al diablo.
La verdad es que hay muchas razones y maneras de ser tentados para enojarnos constantemente en nuestros días. Sin embargo, la Biblia enseña que podemos aprender a controlar nuestro enojo y a mantenernos en calma en los momentos donde nuestro temperamento es probado. No hay ninguna ley en contra del autocontrol. Es más, dicha ley es prescrita por cada uno de nosotros y el aplicarla hará una gran diferencia.
Cuando el Espíritu Santo obra en nuestro interior, produce en nuestra vida amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. No es obra nuestra, es obra del Espíritu. Seamos sensibles a su voz y permitamos que nos ayude a mantener la calma en esos momentos en que somos probados.
Acerca de este Plan
Emociones tóxicas, ¡qué suplicio! ¿Cuántas veces nos hallamos atrapados por emociones que sabemos que no nos benefician, pero que no sabemos cómo dominar? ¿Vives luchando contra la amargura, envidia, ansiedad, enojo, preocupación, orgullo o depresión? Descubre qué nos dice la Biblia respecto a la toxicidad de estas emociones y cómo ganar la batalla que se libra en nuestras mentes, tomados del poder del Espíritu Santo.
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Nos gustaría agradecer a "Un Minuto con Dios" por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.facebook.com/Dr.RolandoD.Aguirre