Emociones TóxicasMuestra
Emociones Tóxicas
El corazón humano actúa muchas veces como un volcán. Sin ninguna señal de advertencia, explota hiriendo a todo aquel que se encuentra a su alrededor. Los volcanes naturales no pueden ser detenidos, pero los volcanes humanos sí.
Se requiere de muchísima fuerza de voluntad para aprender a controlar esas emociones que emergen cuando menos nos lo esperamos. Al igual que el apóstol Pablo, nos encontramos haciendo el mal que no queremos y no entendemos por qué no hacemos lo que queremos sino lo que en realidad aborrecemos. ¡Todos sabemos que nadie quiere ir por ahí haciéndose daño a sí mismo y a los demás!
En nuestra naturaleza pecaminosa no existe nada bueno y nos encontramos en una disyuntiva. Por un lado, amamos la ley de Dios y sus mandamientos porque sabemos que son claves para nuestro bien. Por el otro lado, hay otro poder dentro de nosotros que está en guerra con nuestra mente: «El poder de nuestra naturaleza pecaminosa que nos esclaviza al pecado».
Tanto es así que el apóstol Pablo confiesa: «¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte?» (Romanos 7:24) NTV.
Sé que conoces la respuesta a esta pregunta: «¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor» (Romanos 7:25) NTV. Dios envió a su Hijo como sacrificio por nuestros pecados. Fue así como nuestro Padre declaró el fin del dominio que el pecado tenía sobre nosotros.
¿De qué manera puedo vencer el control de la naturaleza pecaminosa en mi mente? Permitiendo que sea el Espíritu Santo quien controle mi mente y mis pensamientos. Al hacerlo, experimentaremos vida y paz (Romanos 8:5–6). Espiritualmente Dios declaró que el pecado ya no tiene dominio ni poder, a menos que nosotros se lo demos.
Yo decido si voy a dejarme controlar por mi carne o por el Espíritu de Dios. Es un desafío al que, como hijos de Dios, nos enfrentamos cada día: «Escoger qué tipo de pensamientos voy a alimentar y cuáles desechar». Es mediante el poder el Espíritu de Dios que vive en nosotros que podemos librarnos de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta (Efesios 4:31). Yo decido si quiero que mi mente se convierta en un basurero, o si quiero que mi mente sea un hermoso jardín lleno de vida y paz.
Acerca de este Plan
Emociones tóxicas, ¡qué suplicio! ¿Cuántas veces nos hallamos atrapados por emociones que sabemos que no nos benefician, pero que no sabemos cómo dominar? ¿Vives luchando contra la amargura, envidia, ansiedad, enojo, preocupación, orgullo o depresión? Descubre qué nos dice la Biblia respecto a la toxicidad de estas emociones y cómo ganar la batalla que se libra en nuestras mentes, tomados del poder del Espíritu Santo.
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Nos gustaría agradecer a "Un Minuto con Dios" por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.facebook.com/Dr.RolandoD.Aguirre