Medita, escudriña y deléitate en JesúsMuestra

Meditación sobre la aparente paradoja de la prosperidad de los malos

¿Cuántas veces miramos a nuestro alrededor y no vemos más que injusticias? Una de las preguntas que se hace el hombre con mayor frecuencia tiene que ver con la proliferación y aparente triunfo de la maldad. Pareciera como si en la tierra la justicia fuese cosa de otro planeta.

Esta paradoja no se limita a nuestros tiempos. Ya en la antigüedad, el salmista David escribió acerca del tema en el Salmo 37. Este Salmo, escrito probablemente en el tiempo de su vejez, contiene su experiencia en los tratos de Dios con los hombres. Reconoce la prosperidad muy transitoria de los malos pero pone en sublime contraste la confianza y destino de los justos. Prueba con claridad que es necio envidiar al hombre que aparenta vestirse lujosamente como rey, ya que al final, quedará desnudo.

La aparente prosperidad de los malos despierta la envidia de los justos (o buenos según la versión de la Biblia que estés leyendo). No se puede negar que muchas veces vemos a los malos prosperar rápidamente cuando los justos son pobres y no son tomados en cuenta. Se destacan en posesiones sociales eminentes, tienen grandes fortunas, prósperos comercios, en fin, es una cuestión que según vemos, caracteriza la experiencia humana de todos los días.

Escudriña

Cuando Jesús enseñó acerca de las riquezas y de la avaricia (Lucas 12:13–20; 16:19–31) remarcó dos verdades muy importantes para nosotros:

· La riqueza es temporal. Necesitamos cuidarnos de la avaricia ya que la vida no consiste en poseer muchas cosas.

· Nosotros podemos reconocer la prosperidad de los malos, el problema reside en nuestra decisión de envidiarles.

Medita

¿Qué produce la envidia a la prosperidad de los malos en mi vida? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de la envidia sobre mi vida?

La Biblia revela que la envidia es una pasión descontrolada. Produce codicia que consume (Job 5:2), enferma los huesos (Proverbios 14:30), es traicionera (Proverbios 27:4).

¿Puedo decidir qué actitud tomar frente a tal paradoja (los malos prosperan económicamente)? ¿Cómo puedo sobreponerme a esta pasión descontrolada? El problema reside en la perspectiva. Si mantenemos nuestra mirada en lo temporal, en el ahora, cometeremos el error de olvidarnos que Dios es justo y juzgará a todos los hombres en el juicio final. El ahora, lo que vemos hoy, no se compara con la eternidad.

Deléitate

Confía en Dios durante el “enigma” de lo presente y espera el ajuste de todas las cosas, el juicio final.