Medita, escudriña y deléitate en JesúsMuestra

Meditación sobre nuestro propósito en la tierra

Muchas personas se pasan la vida corriendo de aquí para allá. A otras, pareciera que la vida les pasa por encima. El frenesí les impide disfrutar y al mismo tiempo se vuelve un medio a través del cual llenan sus horas para acallar el vacío y la insatisfacción interior.

Se nos vuelve difícil parar. Es casi imposible hallar momentos de silencio en los cuales podamos reflexionar sobre lo que nos pasa para verificar dónde estamos y hacia dónde vamos. Sin embargo, si estudiamos la vida de Jesús, vemos claramente cómo se apartaba para meditar y hablar con Dios. Para Jesús, este tiempo era una prioridad. No comenzaba su día sin apartarse para estar en la presencia de Su Padre. Jesús sabía para qué había venido a la tierra, sabía cuál era su misión y entendía que necesitaba estar conectado con el Padre en todo tiempo.

Escudriña

En el libro de Efesios se nos enseña que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, y que nos escogió para alabanza de la gloria de su gracia. Recuerda que has sido bendecido con toda bendición, en Cristo, para alabarle.

Medita

¿Estás consciente de que Dios ya te ha otorgado toda bendición espiritual?

¿Qué implica estar y vivir en Cristo? ¿Qué implicaciones tiene la victoria de Cristo en la cruz sobre mi vida?

¿Para qué fui bendecido con toda bendición espiritual en Cristo? ¿Cuál es el propósito, la misión que tengo sobre la tierra?

Deléitate

A veces olvidamos que fuimos creados para alabar a Dios. Muchas veces entramos de lleno en nuestro día y olvidamos cuán privilegiados y bendecidos somos en Cristo. Disfruta de la relación que hoy tienes con el Padre. Que las bendiciones de la victoria de Cristo sean el motor de tu alabanza. Recuerda darle gloria y alabanza en todo tiempo por haberte perdonado, escogido, adoptado y llamado a alabarle y bendecirle por la eternidad. ¡Que Su alabanza esté de continuo en nuestra boca! Esto es parte de nuestro llamado como hijos de Dios.