[Serie Todo lo que necesitas] Para quienes están sedientosMuestra

Una invitación urgente

Es el último día de la fiesta de los Tabernáculos, Jesús se pone de pie y en voz alta declara que cualquiera que tenga sed puede venir a él y beber. Agrega que quien crea en él tendrá ríos de agua viva desde adentro. ¿Por qué Jesús hizo esta invitación? ¿Por qué esperar hasta el último día de la fiesta de los Tabernáculos?

Es importante saber qué sucedió antes de esto. Jesús había declarado que las personas que creen en él no perecerían sino que tendrían vida eterna. Predicó a todos los que le fue posible. Hizo milagros. Se extendió a los que abusaban de él. En Juan 5, Jesús experimentó un conflicto. Los líderes comenzaron a perseguirlo porque no pensaron que él debería reclamar ser el Salvador. En Juan 6, a pesar de hacer más milagros, las personas que lo habían apoyado comenzaron a dejarlo. Encontraron su enseñanza demasiado difícil de aceptar. Jesús incluso les pregunta a sus discípulos si quieren irse también.

Juan 7 comienza con los hermanos de Jesús. Ellos van a la fiesta. Le dicen a Jesús que, si quiere hacerse persona pública como un salvador, superhéroe y el tipo más popular de la ciudad, también debería asistir a la fiesta. No dicen esto porque creen en Jesús, lo dicen para burlarse de él. Ellos se burlan de él. ¿Es posible perderse a Jesús en el camino a una fiesta religiosa? ¿Es posible que lo perdamos en el camino a la iglesia, mientras escuchamos la radio cristiana o hacemos buenas obras? Eso es exactamente lo que hicieron sus hermanos. En medio de toda su actividad, se perdieron al Salvador.

En la fiesta de los Tabernáculos, los judíos celebraron la fidelidad de Dios hacia ellos en el desierto. Ahora, los sacerdotes que dirigían la celebración irían al estanque de Siloé cada día para sacar agua. Ellos caminarían de regreso con esta agua y luego la derramarían sobre el altar. El último día irían alrededor del altar siete veces. Después de eso, Jesús sanaría a un ciego diciéndole que se lavara en el estanque de Siloé. Pero en la fiesta de los Tabernáculos, el último día después de que los sacerdotes derramaron el agua sobre el altar, cuando se reunía el mayor número de personas y la gente estaba observando incluso desde los techos, sería el momento cuando él se metería en más problemas con los líderes judíos, el Salvador emitió su invitación.

Jesús declaró que todos los que tienen sed deben venir a él. Se puso de pie y dijo en voz alta que quien crea en él tendrá corrientes de agua viva que fluyen en su interior. ¿Aceptarás su invitación?