Cuando Dios reescribe tu historia de Jaci VelasquezMuestra

¿Ha pasado por alguna temporada en su vida que pareciera que fueron años perdidos? ¿Está en una actualmente? ¿Es un tiempo que podría haber sido mucho más fructífero, mucho mejor, si no lo hubiera estropeado al correr, esconderse, cualquiera fuere su problema en particular? O tal vez no es nada que usted hiciera, es solo la forma en que la vida se desenvolvió; la persona que amaba se fue, el trabajo soñado se fue a pique. Es muy fácil concentrarse en el remordimiento cuando tiene ese tipo de temporada en su historia o está pasándola hoy. Y cuando nos centramos en el remordimiento, éste puede paralizarnos para seguir adelante…

Escuche. Dios puede reposicionar su remordimiento. No le puedo prometer que el romance con aquel que se fue va a volver. No le puedo prometer que la oportunidad de trabajo que usted rechazó volverá a darse. No le puedo prometer que podrá arreglar la relación que terminó en un estallido de malos entendidos y enojo con ese amigo.

Pero lo que sí sé es que cuando tomamos el camino del arrepentimiento, Dios puede cambiar nuestro “demasiado tarde” a “nunca es demasiado tarde”. Su habilidad de renovarse y recuperarse no depende de nuestro tiempo humano. 

Ahora escúchame bien, amiga. Cuando digo el camino del arrepentimiento, no estoy hablando acerca del camino de la vergüenza. No estoy hablando de caminar al frente cuando se termina un servicio de la iglesia. Estoy hablando de un camino de arrepentimiento en el que nos hacemos responsables de nuestra parte del desastre de aquello que parecen años perdidos, incluso si es simplemente que no tomamos el riesgo o elegimos a la persona equivocada con la cual relacionarnos. Estoy hablando de cultivar las lecciones de esa época. Puede haber fruto incluso en una temporada de sequía. Eso puede sonar contradictorio, pero realmente puede haber fruto allí. De acuerdo, tal vez más bien como tubérculos. Cosas que son buenas para usted, pero que tal vez no sepan tan buenos y dulces como la fruta. Como, por ejemplo, la remolacha. Buena para su salud. Nutritiva. Pero puede que tenga que cavar para conseguirlas. Probablemente se ensucie. Tendrá mugre debajo de las uñas, y se preguntará si la nutrición de esa verdura espiritual valdrá lo que se siente tenerla entre sus dientes. 

Y sí lo es. Lo es.