Seguridad: Tratando Con Lo Bueno Y Con Lo MaloMuestra

Jesús está vivo

Después de tres días, ¡de repente, se produjo un gran terremoto! Pues un ángel del Señor descendió del cielo, corrió la piedra a un lado y se sentó sobre ella. Su rostro brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias temblaron de miedo cuando lo vieron y cayeron desmayados por completo.

El sábado al atardecer, cuando terminó el día de descanso, María Magdalena, Salomé y María, la madre de Santiago, fueron a comprar especias para ungir el cuerpo de Jesús. En el camino, se preguntaban unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada de la tumba?»; pero cuando llegaron, se fijaron y vieron que la piedra, que era muy grande, ya estaba corrida. 

Entonces entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban allí perplejas, de pronto aparecieron dos hombres vestidos con vestiduras resplandecientes. Las mujeres quedaron aterradas y se inclinaron rostro en tierra. 

Entonces los hombres preguntaron: ¿Por qué buscan entre los muertos a alguien que está vivo? ¡Él no está aquí! ¡Ha resucitado! Recuerden lo que les dijo en Galilea, que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de pecadores, y ser crucificado, y que resucitaría al tercer día. 

Ahora vayan y cuéntenles a sus discípulos, incluido Pedro, que Jesús va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo antes de morir. Las mujeres estaban asustadas, pero a la vez llenas de gran alegría y se apresuraron para dar el mensaje a los discípulos. [Al volver] Contaron a los apóstoles lo que pasó. 

Pedro y el otro discípulo [Juan] se dirigieron a la tumba. [Juan] Se agachó a mirar adentro y vio los lienzos de lino apoyados ahí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro y entró en la tumba. Él también notó los lienzos de lino allí, pero el lienzo que había cubierto la cabeza de Jesús estaba doblado y colocado aparte de las otras tiras.

Las buenas noticias eran estas: ¡Jesús había resucitado! Eso no había sucedido nunca ni volvió a suceder después. La tumba de Jesús está vacía. ¡Jesús venció la muerte! Jesús cumplió todo lo que había dicho. Los discípulos todavía no entendían lo que había sucedido, las mujeres llegaron a la tumba al tercer día para cumplir con los ritos judíos para los muertos. Ellas pensaban que Jesús seguía muerto. Por eso se asombraron tanto, cuando vieron la tumba vacía.