[Serie Libro De Vida] Dios Te Hizo EspecialMuestra

Un gran problema

El Señor Dios plantó un huerto en Edén, en el oriente, y allí puso al hombre que había formado. En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara; pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás». 

Cierto día la serpiente preguntó a la mujer —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? Eva no debía dejarse convencer de hacer lo que sabía que no debía. Pero la serpiente hizo que el fruto pareciera delicioso, y lo comiera. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió. Oyeron al Señor Dios caminando por el huerto, se escondieron del Señor Dios entre los árboles. El Señor Dios llamó al hombre: —¿Dónde estás? El hombre contestó: —Te oí caminando por el huerto, así que me escondí.

Le preguntó el Señor Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras? El hombre acusó a la mujer. Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer: —¿Qué has hecho? Ella acusó a la serpiente. 

El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por lo que has hecho, eres maldita más que todos los animales. Andarás sobre tu vientre, arrastrándote por el polvo durante toda tu vida. Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella». Y el Señor Dios hizo ropa de pieles de animales para Adán y su esposa.

Así que el Señor Dios los expulsó del jardín de Edén y envió a Adán a cultivar la tierra.

Piensa un momento 

Dios hizo un hermoso mundo para que Adán y Eva lo disfrutaran. Incluso Él podía caminar con ellos en el jardín. ¡Esa debió haber sido su parte favorita del día! Pero luego la historia comienza a ir mal. Suena como mi vida. Hacer lo malo puede parecer una buena idea en el momento, pero al final, nunca resulta en algo bueno. Todos sabemos lo que significa hacer cosas que no debemos hacer. Nos hace sentir sucios por dentro y nos hace temer que otros puedan enterarse. Dios lo llama pecado.