[Ahora es el momento: Lucas] Señor, tú, solo tú eres mi DiosMuestra

El camino verdadero

Hoy veremos que una conversación que marca la vida de unos hombres que van camino a Emaús, marcará también la nuestra. Jesús había resucitado y, ese mismo día, se les aparece a dos varones que van tristes y desalentados camino a Emaús, porque era el tercer día y ellos no sabían que Jesús había resucitado. Él camina con ellos e inmediatamente empieza a abrirles las Escrituras, es decir, a hacer lo que estamos haciendo con estas palabras hoy. 

Jesús se hizo el desentendido. Estaban hablando con el que resucitó; sin embargo, no lo conocieron. Jesús, por su incredulidad, les dijo: «¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?» 

Al llegar al lugar de destino, Jesús se quedó a cenar con ellos, y cuando partió el pan abrieron sus ojos sorprendidos, porque recién allí se dieron cuenta de su presencia y Jesús desapareció de su vista. Ahora es el momento de que tú abras el corazón a Dios y a su Palabra, para evitar que te pase lo mismo que les ocurrió a los discípulos, quienes —al estar tan sumidos en su tristeza— no advirtieron que Jesús estaba allí, junto a ellos. 

Este es un tiempo en el que la gente no conoce a Jesús y tampoco tiene dirección. En cambio, nosotros tenemos una guía perfecta en la Palabra. Dios nos ha dejado al Espíritu Santo para que podamos abrir los ojos a quienes todavía no pueden comprender que Jesús murió en la cruz del Calvario por ti y por mí, por nuestros pecados, pero que resucitó al tercer día. Recuerda que, una vez que lo recibas como tu Salvador, él te abrirá los ojos y entrará en tu corazón.

Reflexiona 

¿Con quién estás caminando? ¿Qué camino estás recorriendo que no puedes entender el tiempo de Dios? ¿Quieres que Jesús esté en ti?

Responde 

Si caminas con gente que no te enseña la senda verdadera, jamás conocerás a Jesús. Dios tiene un propósito especial para tu vida. Hay muchos caminos, pero solo uno es el que da vida nueva. Recuerda las palabras de Juan: «Jesús es el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino es por él».

Ora

Jesús, ayúdanos a que siempre transitemos por el camino verdadero, que es el que nos conduce a ti. Señor, te damos gracias por tu perdón y por transformar nuestras vidas. Amén.