[Ahora es el momento: Lucas] Señor, tú, solo tú eres mi DiosMuestra
Vivir como Jesús vivió, segunda parte
Violando tanto las leyes romanas como las tradiciones y fe bíblica hebrea, Jesús fue crucificado en un madero. Sobre ese madero, aunque se sintió abandonado por Dios, tiene la fuerza y el amor para nuevamente negarse a sí mismo y decir humildemente y lleno de compasión: «… Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Reconocía así que Dios no le había abandonado. De esta forma concluye su sufrimiento con una oración llena de una fe poderosa exclamando, tal vez recitando en hebreo otro salmo: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu».
Jesús, pudo decir esto pues él ya había encomendado toda su vida al Padre; sus palabras y hechos siempre trajeron honor a Dios, pues citando al profeta Isaías había dicho: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto Dios me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres… a poner en libertad a los oprimidos». Pero la crucifixión no fue una ‘buena nueva’ para los discípulos ni para Jesús. Es luego del día de reposo pascual (pésaj) que las buenas nuevas proclamadas por Jesús sobre el perdón y la gracia de Dios hacia la humanidad fueron vindicadas en la resurrección de Jesús.
Negarse a sí mismo, demostrando amor y compasión al prójimo, aun perdonando al enemigo como Dios nos ha perdonado, es el camino de la cruz. Un camino que parece locura a las naciones, que dependen de la violencia y usan la venganza y las palabras de odio para alcanzar el poder. Vivir, hablar y aun pensar como Jesús pensó, aunque le lleve a la cruz, es el camino de la resurrección y la vida eterna.
Reflexiona
¿Cómo has experimentado el tomar tu cruz, negarte a ti mismo e imitar a Jesús? Escribe una lista de estas experiencias y reflexiona cómo Dios, a través de su Santo Espíritu, te ha dado el poder para ser fiel.
Responde
Ruega a Dios, en reverente oración, que te dé la sabiduría, conocimiento y entendimiento para discernir la verdad fundamental de la fe bíblica, y así, poder proclamarla con palabras y hechos, con palabras de amor y actos de misericordia hacia la humanidad.
Ora
Ayúdame a escoger la senda de paz, amor, justicia y compasión de Jesús en lugar del camino de la violencia. Que mis palabras y mis hechos sean de bendición a la humanidad, para que pueda traer honor a tu Santo Nombre, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este es el cuarto de una serie de cuatro devocionales basados en el Evangelio de Lucas. Este plan abarca los capítulos 20 al 24 del Evangelio, toca temas importantes para saber cómo ser realmente un hijo de Dios. Aprender a vivir como Jesús vivió. Así como reconocer que solo el Señor es tu Dios. La conclusión de estos planes devocionales te dará una luz especial para tu vida en Cristo.
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Agradecemos a American Bible Society y a El Centro Network por proporcionar este plan. Si desea conocer más sobre estas organizaciones, siga estos enlaces https://www.americanbible.org/ y https://elcentronetwork.com