El sueño de Dios para tu vidaMuestra

¿Cómo alcanzas los sueños de Dios para tu vida?

He llegado a la conclusión que no existen las personas grandiosas. Solo se trata de gente común comprometida con grandes sueños. Cuando te comprometes con un sueño grande, eso traza algo fuera de ti y te ayuda a llegar a ser más grande de lo que podrías llegar a ser de otra manera.

Jeremías 29:11 dice: “‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” (NVI). El sueño de Dios para ti es personal. Sólo tú puedes cumplirlo. Es algo positivo. ¡Eso te dará esperanza!

¿Cómo alcanzas los sueños de Dios para tu vida?

Debes estar dispuesto a dedicar tu vida a DIos, comprometiéndote a hacer lo que Él te diga que hagas.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios... No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta... ” (Romanos 12:1-2 RVR1960).

Muchos pierden el sueño de Dios porque no están buscando a Dios; están observando lo que los demás hacen. Si estás intentando imitar a otros, vas a ser una copia en lugar de ser quien Dios te hizo ser. Necesitas preocuparte más por el sueño de Dios para tu vida que por el sueño americano.

El sueño americano y el sueño de Dios son cosas muy diferentes. El sueño americano solía ser bastante alcanzable y muy sencillo. Ahora, el sueño americano lo consume todo. Por lo general hace que ambos el esposo y la esposa traten de mantenerse al día. Esta carrera por la supervivencia se convertirá en tu enfoque total.

Si quieres en verdad descubrir el sueño de Dios para tu vida, tienes que decidir no conformarte al sueño americano. ¿Elegirás la buena vida o la vida de Dios?¿El materialismo o el ministerio? ¿La lucha por la supervivencia o la carrera de Dios?

“Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante" (Hebreos12:1 RVR1960).

Comprométete con el sueño de Dios para tu vida y no te preocupes por ser como alguien más.

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