Comenzando una relación con JesúsMuestra

¿Quién es Dios?

Entender algunas cosas importantes acerca de Dios te ayudará mientras comienzas a seguirlo. Hablemos sobre cuatro características de Dios:

Dios es eterno

Dios utiliza cada palabra para describirse a sí mismo fuera del tiempo: perpetuo, eterno, para siempre, es, fue y a de venir. Dios es eterno. Eterno no significa muy, muy largo tiempo. Significa "sin tiempo." Más bien significa "fuera de la dimensión del tiempo".

Dios es relacional

La Biblia enseña en varios pasajes que Dios existe como tres personas juntas en perfecta unidad. A esto se le llama Trinidad. En lugar de ser la sola figura de Dios; el Dios de La Biblia es Dios Padre, Dios Hijo (Jesucristo) y Dios Espíritu Santo. Son tres personas distintas, pero viven y trabajan en perfecta unidad.

Dios es perfecto

Dios no tiene defecto alguno y nunca necesita mejorar. Él no tiene escasez de carácter, de pureza, de conocimiento, de poder o habilidad. Especialmente en contraste con nosotros, Dios es moralmente perfecto. La Biblia dice, "Dios es luz y en Él no hay ninguna oscuridad" (1 Juan 1:5).

Dios es "omni"

Dios es omnipresente, Él es omnipotente y Él es omnisciente. Estas palabras significan (en orden) que Dios "está en todo lugar", que Él es "todopoderoso", y que Él "todo lo sabe". Él puede estar en todas partes de manera simultánea, Él tiene el poder sobre todas las cosas, y conoce todas las cosas.

¿Por qué es importante saber esto?

Entender la eternidad de Dios me da esperanza. Saber que Él es relacional significa que yo puedo tener una conversación con Él. Saber que Dios es perfecto significa que aún cuando yo no entienda, puedo confiar en Él. Saber que Él es todo significa que tiene el poder, que Él no nos abandona, y que todo lo maligno será derrotado.

Por tanto, ¿Quién es Dios? Él es quien te creó, Él es quien te ama más allá de lo que soñaste, y Él es quien ofreció a Su propio Hijo, Jesucristo, a morir para así tener una relación eterna contigo.

Conocer a Dios cambia nuestra manera de ver a las personas, empezamos a verlas como almas eternas, no como cuerpos temporales.

Conocer a Dios nos ayuda a enfrentar dificultades de manera distinta; significa que nunca tenemos que sentir que nuestra vida está fuera de control. Conocer a Dios nos fundamenta en humildad y propósito. Nos ayuda a que la vida tenga sentido.