Comenzando una relación con JesúsMuestra

Nueva identidad

El derecho de convertirnos en hijos de Dios se hizo posible a través de Jesús; y la increíble noticia es, que por causa de Jesús, Dios dice ahora acerca de nosotros lo mismo que Él dijo acerca de Jesús. ¿Listo para esto? Aquí vamos: "Tú eres mi hijo amado, en quien tengo complacencia" (Marcos 1:11).

Gracias a Jesús, Dios dice acerca de ti lo mismo que dijo acerca de Jesús. En esta única frase, Dios nos da una increíble afirmación para los déficits de identidad que todos sentimos, ese profundo anhelo de pertenencia, amor y aprobación. Nota los tres elementos en esta promesa:

1. Tú eres Mi hijo ...


Cuando Dios dice "Tú eres Mi hijo", Él se está identificando a Si mismo con nosotros. Está diciendo que quiere relacionarse con nosotros, que estemos juntos.

El punto número uno de esta nueva identidad es que nosotros somos personas con las cuales a Dios le agrada asociarse. Él está diciendo, "Sí, esta es mi hija; este es mi hijo". Él nunca se separa a si mismo de nosotros cuando llegamos a ser Sus hijos. ¡Muy halagador que Él sea tan bondadoso, a pesar de nuestro mal comportamiento ocasional!

2. A quien amo ...

A veces en una relación familiar, puede que no todos nos caigan bien, o que no nos amemos unos a otros. Si tienes un miembro de la familia que no te cae bien, puedes sentirlo: Sí, yo tengo que declarar que él es mi hermano, pero no me cae bien.

Pero Dios no es así. No solo está diciendo, "Sí, ese es mi hijo”, sino que también proclama, "Amo a este hijo. Él tiene mi afecto. Mi corazón está con él y es para él".

3. Contigo estoy complacido.

Dios destaca su declaración de promesa, agregando, "estoy muy complacido contigo." El Dios que coloca las estrellas en su lugar está diciendo que está orgulloso de ti. No de cualquier otra persona, sino de ti.

A medida que crecemos entendiendo la profundidad del corazón de Dios, estas afirmaciones empiezan a llenar en nuestra alma los lugares con falta de identidad. Todas las cosas que hemos estado haciendo, buscando afirmación, tratando de ser y sentirnos importantes, de ser admirados, de ser puestos en alto; ahora tienen una respuesta. Y no de la gente, no de cosas materiales que no llenan nuestros corazones, no de títulos o posiciones ...sino de Dios.