El Reto 30/30Muestra

Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Gálatas 5:16 

Todo el mundo tiene hábitos, algunos buenos y otros malos. Un hábito es algo que hacemos sin ni siquiera pensar; Es un comportamiento que se desarrolla a través de la repetición frecuente. Primero formamos hábitos, y luego los hábitos nos forman a nosotros. ¡Somos lo que hacemos repetidamente!

Estudiar la Palabra de Dios es la clave para establecer hábitos saludables que traigan alegría, paz y poder a nuestras vidas porque la sabiduría divina es la base de toda buena actitud y comportamiento. Es verdad que cambiar nuestros hábitos no siempre es fácil, y requerirá algo de esfuerzo. Pero la buena noticia es que no tenemos que hacerlo solos o en nuestras propias fuerzas. Dios nos dará la capacidad de hacerlo mientras “vivimos según el Espíritu”

El Espíritu Santo está con nosotros para ayudarnos. Él es nuestro Compañero, nuestra Fortaleza y Apoyo, mientras hagamos lo que podamos para seguir constantemente Su liderazgo, tendremos la fuerza que necesitamos para crear buenos hábitos. Estudiar la Palabra es la parte más importante de este proceso porque es la forma en que aprendemos a cómo seguir Su guía.

Algunos hábitos en nuestras vidas pueden parecer abrumadores e imposibles de cambiar, especialmente si hemos vivido con ellos durante mucho tiempo. Pero Dios nos encontrará donde estemos. Él siempre honrará nuestra fe y nos dará la gracia para hacer los cambios que queremos hacer. ¡Toma la decisión de confiar en Dios y no darte por vencido!

Practicando lo Aprendido:

Echa un vistazo más de cerca a Gálatas 5:16. ¿Sigues habitualmente la guía del Espíritu Santo en tu vida? ¿Hay algún mal hábito que realmente quieras romper? Todos tenemos un área de nuestras vidas que podemos mejorar. Piensa en una meta personal que desees lograr en tu rutina diaria, como llegar a tiempo al trabajo, no comer demasiado, pasar tiempo de calidad con tus hijos, mantenerte al día con el lavado de tu ropa, etc. Luego, ora y pídale a Dios que te muestre cómo la naturaleza humana sin Dios te impide establecer el buen hábito que deseas. Estudia otros versículos sobre el Espíritu Santo y cómo Él es tu ayudante para superar las actitudes y comportamientos que deseas cambiar.