El Reto 30/30Muestra

La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. Juan 14:27

La paz es importante si quieres realmente disfrutar de tu vida. Juan 14:27 dice: “La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.” Jesús básicamente dijo aquí: Les dejo Mi paz. Ahora necesitas hacer todo lo posible para mantener tu paz y dejar de enojarte. 

Hay versículos grandiosos en la Biblia que revelan cómo podemos tener la paz que Jesús da y realmente vivir con ella todos los días. Aquí hay algunas maneras en que puedes aplicar Juan 14:27 a tu vida:

Mira el valor de la paz. Tal vez necesitas tomar un poco más en serio la paz. Si no crees que sea importante perder la calma, preocuparte todo el día o estresarte, es posible que no aprecies tanto como deberías el don de la paz. Primera de Pedro 3:11 dice que debemos “buscar la paz, y seguirla.” 

¡Jesús es el Príncipe de paz y quiere que vivas una vida con paz!

Practicando lo Aprendido:

Busca cada una de las referencias de los versículos enumerados. Léelos lentamente y considera lo que Dios te está diciendo acerca de Su paz. Toma algunas notas sobre los atributos específicos de una vida de paz versus una vida sin paz basado en lo que estos versículos te revelen. Puede ser útil leer un par de diferentes versiones Bíblicas de estos versículos para obtener más información. Pasa un tiempo pidiéndole a Dios que te ayude a evaluar el nivel de paz en tu vida diaria. ¡Si necesitas más paz, solo pide y recibe!

Confía en Dios. Esta es la clave para recibir y mantener la paz. Cuando acudimos a Dios y le prestamos toda nuestra atención, experimentaremos el maravilloso alivio de no tener temor y preocupación (Mateo 11: 28-30; 1 Pedro 5: 7).

Deja que la paz sea el árbitro de tu vida. Si estás pensando en hacer algo, pero no tienes paz al respecto, no lo hagas. Dios nos guía con Su paz, así que, si no estás en paz, no es el camino de Dios para que ti. (Colosenses 3:15)