A prueba de tormentasMuestra

En cada tormenta y en cada entorno desconcertante en tu vida, el principal deseo de Dios es que clames a Él. Cuando te encuentras en un lugar de terror y confinamiento solitario, Dios quiere tu atención.

Jonás estaba a un trago de agua salada de morir cuando Dios lo rescató. Las olas lo habían cubierto y estaba descendiendo rápidamente a lo más profundo y oscuro del mar. No había barco salvavidas en camino o red de seguridad a la vista—pero Dios bajó del cielo, recogió a Jonas, y ¡lo puso a salvo en el estómago de un pez muy grande!

La experiencia cercana a la muerte de Jonás ocasionó que irrumpiera en un himno de alabanza aun cuando estaba dentro del sistema digestivo del enorme pez. ¡Porque Jonás adoraba al Señor, el Señor hablo al pez para deshacerse de Jonás! No solo este masivo monstruo marino vomitó a Jonás. Sino que lo vomitó en tierra perfectamente seca.

Cuando el Señor convenció a Jonás de escuchar y obedecer Su voz, no era solo sobre Jonás. Era sobre el corazón de Dios para aquellos que están perdidos en el pecado. La misma verdad es para ti. Cuando Dios quiere que escuches Su voz y obedezcas sus instrucciones, no solo se trata de ti, sino que también se trata de las personas en tu mundo que necesitan desesperadamente un Salvador.

No ignores a tu Nínive, haz un nuevo compromiso hoy de aceptar tu llamado y tu destino. Como Jonás, has sido designado para hablar la Palabra de Dios a este grupo de personas por medio de tu andar y tus palabras.

¡Los ninivitas se arrepintieron, y el Señor los perdonó! Y Dios usó a un tipo terco llamado Jonás para hacerlo. Es reconfortante saber que Dios todavía utiliza personas que lo han rechazado y que han intendado alejarse de Él. Dios utiliza personas quebrantadas y ordinarias para Su proposito divino.