A prueba de tormentasMuestra

Todos debemos escoger exactamente lo que ocupará nuestro tiempo y atención cuando estamos en la temida posición de esperar que la tormenta pase. Lo que decidas hacer durante una tempestad que tiene la audacia de dañar tu vida es una de las elecciones más importantes que harás. Si, durante la tormenta, tú puedes decidir adorar antes que culpar, puede que tu vida sea aun más triunfante en el período después de la tormenta.

Job no es el único personaje bíblico que tuvo que tomar esta decisión tan particular. Abraham tuvo que escoger cómo esperar la promesa de Dios de un hijo. Ana tuvo que escoger cómo esperar durante los años de infertilidad. David tuvo que escoger cómo esperar cuando lididaba contra la depresión y la soledad. Ester tuvo que escoger cómo esperar la intervención milagrosa de Dios para reparar la vida de Su pueblo. Pablo y Silas tuvieron que escoger cómo esperar mientras estaban en la profundidad y oscuridad de la prisión. Lo que todas estos héroes bíblicos tienen en común no es el hecho de que enfrentaron una tormenta, sino su elección resiliente de adorar en medio de ella.

Las palabras que escoges pronunciar mientras enfrentas esa tempestad revelan el grado de tu intimidad con Dios. Las declaraciones que haces mientras el tornado está girando alrededor tuyo revelan lo que sabes acerca de quién en realidad es Él.

La decisión de Job de adorar a pesar de la presión, a pesar del dolor físico, a pesar de la ruina financiera, y a pesar del futuro que le había sido robado era determinada aunque no común. Escoger adorar, no importando cuáles sean tus circunstancias, nunca es una decisión obvia o fácil; toma gran determinación y aún mucha más disciplina. La adoración es una decisión peculiar, pero santa, cuando lo único que ves es devastación a través del horizonte de tu vida, la adoración es la singular decisión de mantener tus ojos fijos en el Señor y no en tus circunstancias.

Te desafío a que continúes adorando al Señor aún cuando no lo entiendas a Él y aún cuando otros se quejen a tu alrededor. Te urjo a que pongas toda tu esperanza en tu buen, buen Padre, a pesar de lo que los demás estén diciendo acerca de tu situación.