[Serie Volviendo a Dios] Rendirse a DiosMuestra

Rendirse a Dios

Es una experiencia aterradora ser impotente ante algo: ser incapaz de liberarse de una compulsión que esclaviza. Has intentado, una y otra vez, usar tu propia fuerza para superar tu adicción y vergüenza. Pero usar solo la fuerza de la voluntad no te ha traído libertad o recuperación. Has enfrentado el hecho de que no puedes manejar tu vida o controlar tu comportamiento adictivo. Te engañas diciendo que cuando quieras, tú lo dejas. Pero en realidad sabes que lo que tú no puedes hacer, Dios sí puede.

Si te sientes lejos de Dios, seguramente te preguntas: «¿Quién es Dios y por qué debo confiar en él?». Dios es el creador poderoso que te hizo y sabe todo sobre ti. Al mismo tiempo, Dios es paciente, se preocupa por ti, te ama tal como eres. Dios creó todas las cosas, posee poder y amor que son ilimitados. Aunque es infinito en poder y gracia, Dios no está lejos. Dios busca una relación personal contigo y está feliz de que lo conozcas.

No necesitas hacer nada para agradar a Dios, de hecho, él te ama a pesar de tus decisiones equivocadas, de tus pecados y actitudes autosuficientes. Sabe que, sin él, tus intentos son en vano. Por eso envió a su Hijo Jesucristo, para que abriera la posibilidad e hiciera el camino para que tú pudieras llegar al Padre. En la condición en que te encuentras, te hizo su hijo y decidió enviar al Espíritu Santo para que te habitara todos los días. De esta manera, Dios está accesible para ti permanentemente, cuenta con él.

Dios quiere que te recuperes y te ofrece la fe y la fortaleza que necesitas para comenzar una práctica de por vida de confiar y depender de él. Cuando ores para aprender la voluntad de Dios para tu vida y comiences a llevarla a cabo, verás que tu vida mejora, física, emocional y espiritualmente.

Dios ve tu sufrimiento

Desde la creación de la humanidad, las personas han luchado con compulsiones destructivas. Hace miles de años, un escritor del Antiguo Testamento describió, posiblemente por experiencia personal, lo que se siente al estar bajo los efectos de una poderosa adicción. Puede que estés sintiendo esto mismo hoy. 

Pero hoy puedes decidir todo aquello que Cristo hizo a tu favor para cambiar la condición de tu vida. Dios te entregó las herramientas que requieres para salir del estado en que te encuentras. Tienes las Escrituras, el Espíritu Santo en ti, la oración para que conozcas en quién has creído y entiendas la victoria que ya tienes en Cristo.