[Serie Dichosos los que sufren] Aceptación y paz Muestra
«Yo he venido para que tengan vida…»
No sé si alguna vez has leído el Evangelio de San Juan de principio a fin en el mismo día. Si no lo has hecho, te sugiero que cuando puedas te tomes un día de reflexión y lo hagas. Al hacerlo, notarás que Juan escribe como si fuera un pintor que nos muestra un cuadro o imagen para mostrarnos verdades espirituales que inspiran nuestra vida.
La imagen sobre la que enfocaremos nuestra atención hoy, es la del Buen Pastor. Primero, Jesús se presenta a sí mismo como una puerta. Dice: «Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos» (versículo 9 DHH). Imagina una puerta enorme a través de la cual pasan las ovejitas y saben que detrás de ella, pueden encontrar seguridad y verdes pastos para alimentarse. Dos necesidades de las cuales no podemos prescindir: alimento y seguridad. Su amor y cuidado son tan profundos que nos cuenta que sus ovejas reconocen su voz y le siguen. Tienen la seguridad de vida eterna en él. Nada ni nadie las puede tocar.
Más allá de la puerta, se nos presenta otra imagen: un ladrón que viene para robar, matar y destruir. Pero el Buen Pastor, cuando ve venir al lobo, no abandona a sus ovejas, sino que cuida de ellas y da su vida por ellas. Nadie lo obliga a hacerlo, sino que lo hace por su propia voluntad, lo hace por amor.
Reflexiona: ¿Puedes ver el contraste entre el plan de Dios y el plan del enemigo para tu vida?
Palabra de fe para hoy: «Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará» (versículo 28 DHH). En este período de transición, es posible que el enemigo quiera venir a robarte la paz y la seguridad que has recibido de Jesús en la sanidad de tu corazón. Atrás de la puerta quedaron la culpa, el miedo, la soledad, la ira y la conmoción. El Buen Pastor ha cuidado de ti y te promete que lo que necesitas, consuelo, paz y seguridad, se halla en él. El enemigo quiere venir como un lobo y robarte la vida pero Jesús te asegura que jamás perecerás.
Hoy te animo a que pases por la puerta, que entres en el reposo de Jesús, que te entregues en las manos del Buen Pastor que ha dado su vida por ti, por amor. El precio que pagó sobre la cruz tenía un objetivo: darte vida y vida en abundancia. Esa es la clase de vida por la cual pagó el precio enorme de sacrificarse por nosotros. Esa clase de amor, es la que nos desafía a no mirar atrás, a no dudar, a no permitirle al enemigo que nos robe un minuto de paz y de fe. Sigue la voz del Buen Pastor y deja que guíe tus pasos en esta nueva vida que tienes por delante.
Escrituras
Acerca de este Plan
Únete a nosotros en esta sexta y última parte de la serie «Dichosos los que sufren», de American Bible Society, en la cual nos enfocaremos en el estudio de la aparente contradicción de la dicha en el dolor. Nuestro devocional te brindará consejos prácticos para mirar la vida con una nueva esperanza en Jesús, superando el duelo con aceptación y paz en Cristo Jesús.
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Agradecemos a American Bible Society, por proporcionar este plan en convenio con El Centro Network. Si deseas conocer más sobre estas organizaciones, sigue estos enlaces https://www.americanbible.org y https://elcentronetwork.com