[Serie Nada nos separa de su amor] Dios nos ama profundamente Muestra

Nada puede separarte del amor de Dios

Dios está a tu favor. Dios desea lo mejor para ti en todo tiempo. Sin embargo, la vida tiene sus momentos difíciles. Momentos donde se siente temor, angustia y soledad. Allí es necesario que recuerdes en quién has creído. Quién es tu Dios, quién es tu Padre celestial. Las situaciones podrán hacer ver las cosas difíciles, infranqueables. Pero cuando recuerdas que Dios está a tu favor y que te ama, comienzas a ver las cosas desde otra perspectiva.

Humanamente hablando, nadie necesita recordarte a qué familia perteneces, quién es tu padre y dónde vives. Llegas fácilmente a tu casa. Compartes con tus seres queridos y conoces tu rol dentro de tu familia. Si eres la esposa y madre, sabes tus responsabilidades. Si eres el esposo y padre, identificas con claridad tu función. Si eres hijo, de la misma manera. Pero a veces pareciera que en medio de los problemas olvidas que eres hijo de Dios, que Dios es tu Padre y que Jesucristo se hizo primogénito y te hizo su hermano. 

Pertenecer a la familia de Dios, debería darte seguridad de quién eres. El Padre te dio identidad, eres su hijo y absolutamente nada puede cambiar eso. Ya no hay condenación para quienes están en Cristo Jesús. Nada te puede separar de su amor. Su amor es real en tu vida, no porque lo sientas, sino porque Jesús murió por ti. Cuando sabes lo que Dios hizo a tu favor, entiendes lo que significa en tu vida, entonces nada podrá moverte de tu identidad correcta: hijo de Dios. 

¿Podrá acaso el sufrimiento separarnos del amor de Dios? ¡No, en absoluto! Es bueno que aprendas a gobernar las circunstancias desde tu posición de hijo de Dios. No permitas que te afecten más allá de lo que deben, sino que veas el amor de Dios, su consuelo y gracia presentes en tu vida en todo momento; aún en los momentos difíciles, críticos o que producen temor. Al contrario, al enfrentar esos momentos, teniendo clara la identidad de hijo de Dios, viene a la mente quién es nuestro Padre y su paz nuevamente toma la autoridad correspondiente en tu vida.  

Reflexiona

Nada puede separarte del amor de Dios, te hizo más que vencedor, justamente para que, en los momentos de adversidad, tomes nuevas fuerzas en su amor y su paz. Te dio identidad de hijo de Dios, te hizo participante de su familia, entonces puedes ir a él como tu Padre.