[Serie Nada nos separa de su amor] Dios ofrece aceptación y amorMuestra

Dios ha derramado su amor en todos nosotros

¡Qué mejor manera de llenarnos de su amor: nos hizo justos! Su amor se hace real a nuestras vidas por medio de Cristo, por quien tenemos entrada al Padre. Nos dio la paz que cambió la condición nuestra ante Dios. La obra de Cristo en la cruz, la mayor expresión de amor de Dios hacia nosotros, que cambió nuestra condición introduciéndonos a la familia de Dios, hizo posible que fuéramos sacados de la potestad de las tinieblas y nos trasladara el Padre al reino de su amado Hijo. 

Jesucristo nos dio una esperanza que antes no teníamos. Nos dio una posibilidad a la que no teníamos acceso, nos reconcilió con el Padre, nos hizo aceptos en el Amado, nos hizo sus hermanos. De muchas maneras se ve manifestado el amor de Dios en nuestras vidas, pero sobre todo por su amor abundante dentro de cada uno. La salvación que nos fue entregada por el sacrificio en la cruz es mucho más profunda e importante que la consideración de no ir al infierno. Ese es solo el principio de la manifestación de su amor. 

Nos gloriamos en los sufrimientos

Cada ser humano que recibe el amor de Dios tiene una nueva fortaleza que lo lleva a gloriarse en las tribulaciones. Cuando enfrentamos tribulaciones, ya no estamos solos y entendemos que las tribulaciones nos hacen crecer. ¿A cuántas tribulaciones te has enfrentado? Son innumerables, seguramente, puesto que están presentes a lo largo de la vida. Se supera una y se enfrenta otra, pero con la virtud de hacer con el nuevo entendimiento de lo aprendido en la anterior. Cada paso en la vida te hace crecer, porque el amor de Dios te lleva en esa dirección. 

La esperanza que tenemos en Cristo Jesús nos permite salir victoriosos ante las tribulaciones. Porque esa esperanza es eterna y es gloriosa. La fe es la que trae a realidad toda esta riqueza a favor de cada persona. La fe nos abrió la entrada a la gracia en la cual estamos firmes. La gracia nos permite vislumbrar la profundidad del amor de Dios para cada persona. Su gracia entregada a pesar de la condición humana y de su lejanía de Dios. Una gracia que acerca y disminuye distancias para que el amor se manifieste en nuestras vidas. 

Reflexiona

El amor de Dios ha sido derramado en ti por medio de nuestro Señor Jesucristo. Ese amor esta disponible para ti, disfrútalo y glorifica al Padre.