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VIVIR // ¿Alguna vez viste esos vídeos en un avión acerca de ponerte una máscara de oxígeno primero, antes de ponérsela a alguna persona que necesite ayuda a tu lado? Suena totalmente egoísta, ¿verdad? Pero tiene sentido. A veces tienes que asegurarte de haberte ayudado a ti MISMO antes de ayudar a otras personas. Cuando leemos lo que Jesús consideraba el más grande mandamiento, es fácil enfocarse en la primera parte: Amar a Dios. Y pasar a la siguiente parte: Ama a tu prójimo. Y olvídate de la parte final: como a ti mismo. Si no tienes respeto por tu propio cuerpo y bondad hacia ti mismo, ¿realmente puedes esperar hacer lo mismo con los demás? No es egoísta verse como Dios te ve. Es saludable. Y es desde ese punto que mejor se puede amar a los demás.