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VIVIR // Jesús fue famoso por muchas cosas. Por los milagros que realizó, por la compañía que mantenía y por la forma en que contaba las historias y mensajes que a menudo dejaban a la gente preguntándose qué estaba haciendo exactamente. Tenía una forma de decir las cosas que a menudo creaba más preguntas y hacía que la gente se rascara la cabeza. ¡Es por eso que este versículo del evangelio de Juan es tan importante! Porque, en la última cena con sus discípulos, Jesús se hace más claro que nunca. No hay lugar para la confusión o la mala interpretación. Él dice exactamente lo que quiere que sus discípulos se lleven: Que se amen los unos a los otros. ¿Hay alguien en casa o en la escuela a quien te cuesta amar a veces? Asegúrate de hacer una cosa amable por esa persona hoy.