El camino de la grandeza: Un viaje hacia la humildad y el liderazgo de servicioMuestra

Cabezas duras 

El Sr. Kumar mantuvo bien cerca a su pequeño círculo de gerentes de confianza. El Sr. Holden era el contador, que había estado con la compañía desde su fundación, y el Sr. Sentel, un asesor que era su primo. Estos eran los únicos hombres que realmente podían decir que conocían bien al Sr. Kumar. A pesar de que Frontline Logistics tenía muchos negocios y 7000 empleados, la tasa de deserción de esos empleados también era alta: cada dos años, más del 30 por ciento dejaba la empresa. Los expertos de la compañía a menudo dijeron que el Sr. Kumar en realidad quería que una gran cantidad de personal se fuera, pues creía que la mayoría de las personas se mostraban perezosas en su trabajo una vez pasados un par de años.

El Sr. Kumar era conocido por sus interesantes insultos, que indicaban lo que podría haber pensado de sus empleados. A menudo se le escuchaba llamar a los empleados un “montón de cabezas duras” y una vez le dijo a toda la oficina de Manchester que eran un grupo de "lunáticos mentirosos perezosos". Aquellos que tuvieron éxito en la compañía generalmente lo hicieron manteniendo la cabeza baja, trabajando duro y siguiendo las órdenes lo más directamente posible.

En la lectura de hoy vemos que Jesús envió a setenta y dos de sus discípulos. Teniendo en cuenta que el ministerio principal de Jesús fue de solo tres años, uno pensaría que Jesús mantendría a sus discípulos con él tanto como fuera posible, pero más bien los envió fuera. Jesús no solo los envió muy pronto, sino que los envió casi sin nada. A diferencia del Sr. Kumar, Jesús parecía tener una alta opinión acerca de las habilidades y los llamamientos de sus primeros discípulos.

Jesús primero le dice a sus seguidores que los envía como "corderos en medio de lobos". Uno podría pensar, a partir de esa afirmación, que el viaje podría ser algún tipo de misión suicida. Pero como "corderos", también los envía con su propia autoridad para curar a los enfermos y predicar las buenas nuevas: Él les da su propia autoridad.

Al tiempo que envía a los discípulos, Jesús les da otra orden: "No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado (probablemente se refiere a un par extra); y a nadie saludéis por el camino” (dicen que el saludo tradicional tomaba mucho tiempo). Jesús parece tener la idea increíble de que, por su fe, los discípulos podrían encontrar su propio camino y podrían proveer para sí mismos. Confiaba en ellos para poder prosperar sin nada más allá que su mensaje.

Además de enviarlos sin mucho, les asigna una difícil tarea, especialmente considerando que estaban saliendo entre "lobos": predicar con autoridad que el reino de Dios había venido. Jesús les está pidiendo que les digan a los pobladores que justo ha comenzado un giro en la historia. A cada pueblo se le dio la oportunidad de recibirlos o rechazarlos a ellos y a su mensaje… ¡Qué responsabilidad!

El hijo de Dios, Jesús, demostró tener una alta opinión de sus discípulos para salir, valerse por sí mismos y llevar un mensaje muy importante. El Sr. Kumar no parecía tener la misma fe en sus empleados. De hecho, sus declaraciones y acciones mostraban lo contrario. Jesús nos da el ejemplo para que tratemos a las personas como valiosas, responsables y valientes. Incluso si algunos de los discípulos no están a la altura de esta expectativa, Jesús asume que los motivan las razones correctas, que tienen carácter y que desean hacer un buen trabajo.

Aquí se nos presentan dos puntos de vista sobre el desarrollo del liderazgo: uno que no confía ni valora a las personas; y otro que da un valor significativo a la gente y cree lo mejor de ellos.

Conforme lideramos, desde cualquiera que sea nuestra posición, nuestras suposiciones sobre el trabajo de las personas y sus motivaciones afectarán su forma de trabajar. Podemos seguir al Rey Siervo y asumir que las personas están motivadas, son confiables y son responsables, o podemos asumir que son gente perezosa que preferiría estar en cualquier otra parte. El camino del rey Jesús es siempre creer lo mejor de aquellos a quienes sirve.

Oración

Querido Dios, al recordar la fe que Jesús demostró en aquellos que lo siguieron y pensar en las suposiciones generales que los líderes tienen hoy, reconozco que es hora de que cuestione mis propias suposiciones acerca de las personas a las que dirijo. Ven y guíame en esto, te lo ruego.