El camino de la grandeza: Un viaje hacia la humildad y el liderazgo de servicioMuestra

La trampa de la cultura

"El éxito viene con el trabajo duro" fue el mantra que Ashok escuchó mientras crecía en su rica familia. 

El padre de Ashok, el Sr. Kumar, era un hombre de negocios astuto y, después de emigrar de la India a Inglaterra con su familia hace 30 años, comenzó una empresa de logística de transporte: "Frontline Logistics". 

Frontline se convirtió en una de las compañías de transporte líderes en el país y tenía más de siete mil empleados. El Sr. Kumar le recordaba a Ashok con regularidad, mientras lo llevaba de paseo en su Rolls Royce Phantom, lo afortunados que eran al tener tanto poder e influencia, y que no deberían dar por sentado su éxito.

Ashok a menudo se preguntaba cuál era el significado real de la palabra "éxito". Su familia tenía vastas reservas de riqueza financiera, e incluso conexiones políticas, y para su padre la palabra "éxito" claramente significaba tener mucho poder y dinero. Pero Ashok a menudo sentía que esta definición era hueca y egoísta. El Sr. Kumar había encargado recientemente a un artista que creara en latón un gran "escudo de armas familiar" para ponerlo sobre la chimenea. El lema en el escudo decía en sánscrito "grandeza lograda".

En el pasaje de Marcos 10, Santiago y Juan sentían que lograrían la grandeza si se les concediera el sentarse junto a Jesús en su gloria. Esto fue lo primero que le pidieron a Jesús: "Señor, queremos ser grandes como tú". 

Para Santiago y Juan, la grandeza y el éxito en su cultura significaban estar en o cerca del poder. Por un lado, esta solicitud parece adecuada: saben que Jesús es Dios y quieren estar cerca de él en la próxima vida. Pero el otro lado muestra un malentendido que Jesús pudo notar: querían ser poderosos, como Dios, porque ante los ojos de ellos eso era el verdadero éxito y grandeza.

Al igual que el Sr. Kumar, Santiago y Juan tienen una visión claramente definida de lo que es la grandeza: el poder y las cosas que traen poder. Los tiempos no han cambiado mucho… hoy en día el dinero y el poder siguen siendo los indicadores dominantes de grandeza y de éxito en muchas culturas en todo el mundo. Jesús se apresura a responder a la solicitud de sus discípulos señalando que tal requerimiento de poder no puede ser otorgado por él. Luego, aprovecha esta oportunidad para enseñar a todos sus discípulos qué es la verdadera grandeza. Él dice que los gobernantes en el mundo "se enseñorean" sobre ellos y aquellos que son "grandes" simplemente tienen un enfoque autoritario del liderazgo. En otras palabras, usan su posición para dominar a los demás.

Jesús enseña el enfoque opuesto. Él dice que aquellos que son verdaderamente grandes deben ser como esclavos de todos. Luego usa su propio ejemplo de servir y morir por otros como el estándar que deben seguir, en oposición a la perspectiva cultural de la época.

Lo que lo hace grande a uno, según Jesús, es su actitud y práctica de servicio a los demás. Seguir a Jesús y obedecer sus mandatos significa recorrer el camino de la grandeza: servir y entregarse a todas las personas. De acuerdo con la enseñanza de Jesús, el escepticismo de Ashok ante la visión de grandeza y éxito de su padre está más que justificado.

Qué fácil puede ser que nuestro pensamiento sea moldeado por los objetivos culturalmente aceptados de la grandeza y el éxito de nuestros días. Como líderes debemos ser cuidadosos y orar con respecto a nuestras verdaderas motivaciones en cualquier posición de influencia que tengamos. ¿Estamos persiguiendo los éxitos del mundo o siguiendo la grandeza del camino de Jesús?

Oración 

Dios, reconozco que es fácil para mí perseguir el "éxito" y perder oportunidades para ofrecer verdadera grandeza en mis interacciones con los demás. 

Te pido que abras mis ojos para ver dónde puedo liderar y servir a fin de empoderar a los que me siguen. Abro los límites de mi entendimiento para que me enseñes por medio de tu Palabra y del ejemplo de Jesús y otros que sirven con grandeza.