[Serie ¡Qué dicha!] Un espíritu diferenteMuestra

Ambiente seguro

La adolescencia es una etapa compleja, es posible que los adolescentes sientan un dolor más intenso que los demás niños. Pueden estar pasando por desilusiones amorosas, rechazo social, abuso en la escuela o incertidumbre sobre el futuro. Lo más seguro es que no quieran compartirlo. 

Como padres de familia que conocen las dinámicas familiares, utilicen su propia sabiduría, pero les aconsejamos: Es algo bueno querer crear un «ambiente seguro» en la familia para compartir las dificultades familiares, pero uno no puede forzar a alguien a sentirse seguro. Cuanta más coerción sienta, menos seguridad experimentará.

Consolar a otros

Estamos llamados a consolar a los demás a través del consuelo que recibimos de Dios. Piensen en una persona a la que su familia pueda consolar y que esté haciendo duelo por un ser querido, en el hospital o atravesando algún otro tipo de dificultad. Tal vez puedan escribirle una carta para ofrecerle sus condolencias o puedan compartir uno de los versículos de este plan devocional.

Oremos 

¡Cómo no agradecerte amado Padre celestial! Has expresado tanto amor hacia nosotros enviando a tu Hijo Jesucristo para ofrecerse como sacrificio completo por los hombres. Nos amas. Nos consuelas. Nos hiciste vencedores. Nos diste a Jesucristo para que tengamos vida por él. 

En ti estamos seguros, en ti tenemos consuelo, en ti tu paz es real, y sin importar las situaciones por las que vivamos, sabemos que tu amor nos acompaña. Tu Hijo es tu mejor y mayor expresión de amor, por eso te agradecemos amado Padre Celestial.

Soy tuyo Padre y sin importar las circunstancias estoy seguro en ti. Gracias por mi familia, gracias por el lugar donde vivo. Gracias por las personas que has colocado en mi vida. Gracias por estar todos los días de mi vida. Tu consuelo es real, tu amor me fortalece, tu sabiduría me guía cada día.