Caminando con JesúsMuestra

La comisión

Jesús no les prometió a los "setenta" que las cosas serían fáciles. Su misión podría ser peligrosa, porque encontrarían hostilidad en algunos lugares. No todos recibirían el mensaje y hasta los amenazarían con castigo físico.

Esto no era nuevo, Isaías recibió una recomendación similar, la gente no escucharía su predicación. Jeremías enfrentó oposición y hasta cárcel.

La misión de esos discípulos fue un paso de fe. No podían llevar equipaje que les dificultara el viaje. No llevaban ni ropa ni comida ni dinero, sino que dependerían de la gente en los lugares donde iban a predicar para que les dieran comida y abrigo.

Esos hombres partieron bajo la autoridad de Jesús, no la de ellos mismos. Él les dio poder para sanar a los enfermos en Su Nombre.

Trabajar para Jesús no es siempre fácil ni grato, pero es necesario y produce mucho fruto. Hay quienes, por temor a las dificultades, se involucran poco en la obra de Dios, pero si somos honestos, el mundo presenta dificultades a creyentes y no creyentes. Es de mucha honra el ser perseguido por una gran causa, la causa de Cristo. 

El mundo se opone a la buena noticia, pero debemos mantener el ánimo, ésta será predicada hasta el último rincón del mundo.

• ¿Alguna vez te han hecho a un lado por ser cristiano?
• ¿A qué se refirió Jesús con la expresión “hijo de paz” o “gente de paz” en el versículo 6?
• ¿Deben los evangelizadores de hoy practicar el gesto simbólico de sacudirse el polvo de los pies cuando las personas de un lugar no aceptan a Cristo? ¿Por qué sí o por qué no?
• ¿Qué nuevas formas de evangelizar se te ocurren, a partir de el mundo moderno en el que vivimos?