Caminando con JesúsEjemplo

El gusto de aprender Su Palabra

Otro mes de lectura casi ha terminado y el poder transformador de La Biblia ha estado actuando sobre tu vida. Leer la Biblia es el equivalente a inhalar, en la vida del cristiano. Sí, es alimento, pero también es una buena bocanada de aire.

Cuando lees el Espíritu entra en ti por tu ojos, irrumpiendo en tus pensamientos y sembrándose en tu corazón. Leer La Palabra te cambia. Habrán cosas que no entiendas, pero el Espíritu se encargará de mostrarte lo necesario, lo que convenga.

Una vez que has inhalado necesitas exhalar. Una vez que haz leído, reflexiona y respóndele a Dios, háblale en relación con lo que Él te ha estado hablando, cuéntale qué ha despertado en ti ese pasaje que te llamó la atención. Toma decisiones, haz compromisos. La Biblia se vive.

Lees e inhalas, oras y exhalas. No es un libro más, es Dios hablándote, comunicándose contigo y luego estás tú, respondiendo y dejando que su poder te transforme. Nunca más serás igual.

• ¿Qué cosas han cambiado en ti en este mes de leer a diario La Biblia?
• ¿Qué decisiones importantes has tomado a raíz de leer La Palabra a diario?
• ¿Por que situaciones te ha ayudado, La Biblia, a atravesar con fuerza y ánimo?
• ¿Qué has aprendido?