Caminando con JesúsMuestra

Oportunidad desperdiciada

El joven rico no es el único ejemplo bíblico de haber perdido una oportunidad dorada. El pueblo de Israel, el que acababa de salir de la esclavitud de Egipto, no había adquirido esa preciosa fe que te hace confiar completamente en las promesas de Dios.

Si Él dice que hará algo, lo hará pase lo que pase. Diríamos que confiar así es confiar a ciegas, pero no lo es realmente, porque tenemos antecedentes de cosas que Dios ya hizo en nuestra vida que nos garantizan que Él no fallará en lo que está por venir.

Israel tenía antecedentes maravillosos: 10 plagas, todo el reino de Egipto devastado por la mano libertadora de Dios, todos sus enemigos ahogados en el Mar Rojo. Qué dura, pero al mismo tiempo poderosa, la palabra que dio Moisés: "Esos egipcios que ahora los persiguen, jamás volverán a verlos". Y así sucedió, Dios los libertó con mano fuerte y brazo extendido.

¿No era suficiente para que Israel crea completamente? Pero como de costumbre, la falta de fe conduce a la desobediencia y así, al no creerle tampoco hicieron caso a Dios. Israel perdió la oportunidad de entrar de inmediato en la Tierra Prometida, a la que sólo llegarían sus descendientes, 40 años después.

• ¿Qué promesas de Dios se han cumplido en tu vida?
• ¿Qué oportunidades ves que Dios está poniendo delante de ti ahora?
• ¿Qué te detiene de creerle completamente?
• El mismo Dios que cumplió promesas en tu vida, las seguirá cumpliendo, ¿has considerado esto?