Caminando con JesúsMuestra

Una elección trágica

Jesús respondió al joven rico, diciéndole lo que debía hacer para tener vida eterna. Sin embargo, era la última cosa que éste quería oír. Si él deseaba ser un seguidor de Jesucristo tenía que vender todo lo que poseía y dárselo a los pobres. Al decir eso, Jesús le dijo que estaría cambiando una clase de tesoro por otra. Al renunciar a sus posesiones terrenales (que tarde o temprano tendría que dejar), él ganaría tesoros que nunca perdería.

Jesús no estaba enseñando que la salvación proviene de vender propiedades y dar el dinero a los pobres. Jesús le estaba diciendo lo que nos dice a todos, “el que quiera seguirme niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”. La salvación es y siempre fue por fe. La fe en Jesús nos llevará a tomar la decisión de negarnos a nosotros mismos. Si el joven rico aceptaba vender sus cosas, estaba negándose a sí mismo como respuesta a su fe en las palabras de Jesús.

Ver a este joven alejarse de Jesús, es una de las escenas más tristes del Nuevo Testamento. ¡Qué oportunidad la que perdió! Él había estado frente a frente con el que otorga vida eterna, pero le dio la espalda. Este joven pensó que quería vida eterna, pero si este era el precio que debía pagar, no la quería tanto como pensó al principio. Jesús no estaba enseñando que es imposible que una persona rica sea salva. Lo que Él recalca es que tal persona tiene que sobreponerse a muchas dificultades.

• ¿Qué es lo que más aprecias? 
• ¿Qué es lo que ocupa el primer lugar en tu vida?
• A este joven, Jesús le pidió dejar sus riquezas. ¿Qué te pidió dejar a ti?
• Analizando tu vida, ¿habría algo que aún no podrías dejar, aunque Jesús te lo pidiera?