El pecado. Muestra

 No pierdas más el tiempo.

 El tema del pecado nos debe llevar a un fin: debemos trabajar para que seamos limpios. Está claro que mientras estemos en el cuerpo mortal seremos débiles porque nuestra carne desea el placer y el deleite; está claro que perderemos algunas batallas pero no la guerra; está claro que nuestro Padre no busca perfección, busca que le adoremos. La adoración es un estilo de vida en la cual no vamos a perder el tiempo lamentándonos por lo que hicimos o dejamos de hacer, es vivir agradecido con Dios por lo que hace y ese agradecimiento nos lleva a trabajar para su obra.

 Todavía no he conocido a un siervo de Dios que no tenga debilidades, que peque o que deba luchar; la diferencia con ellos es que han logrado entender que no necesitan ser perfectos para comenzar a hacer la Voluntad del Padre; han entendido que si comienzan a dar fruto entonces el Señor les va a limpiar para que puedan cada día dar mayor y mejor fruto. Es una decisión personal que debemos hacer: no debemos perder el tiempo más. En mi caso soy una persona con muchas debilidades, cada día fallo y no por eso dejo de trabajar en el ministerio que me ha sido dado; sé que no agrada a todos lo que se comparte, sé que otros criticarán lo que se envía y pensaran que lo pueden hacer mejor, si es así entonces te insto para que comiences a dar fruto y así podamos servir juntos al Padre.

 Te invito en este ultimo día del devocional del pecado a que recapacites que no es por nuestras fuerzas, inteligencia o que lo merezcamos, es por la gracia, amor y bondad del Padre qué podemos servirle; oremos al Señor: amado Padre, sé que soy imperfecto y que no merezco siquiera ser llamado tu hijo, en el nombre de Jesucristo te doy las gracias porque no miras mi debilidad sino que ella más bien sirve para alabarte porque por ella es que soy agradecido; ayúdame cada día a seguir adelante y dar mayores frutos para que me limpies más y más, amén.