En La Brecha — Cómo Ama Un Hombre CristianoMuestra

Día 2 — Los amigos de Jesús y de los demás

Leer: Juan 15:9-17

El amor es la energía divina que hace posible el vínculo del Padre con Jesús y de Jesús con sus seguidores. Por esta razón, Jesús manda a sus discípulos, «permanezcan…pues, en el amor que les tengo» (versículo 9 DHH). Este amor que une a Dios con la humanidad no es solamente una emoción sentimental; el amor divino es activo, generoso y sacrificado, el amor que Jesús demostró a lo largo de su vida. Así, la obediencia exigida en la vida cristiana no se cumple a regañadientes. Guardar los mandamientos de Jesús no es algo motivado simplemente por un sentido de obligación o temor; sino que esta obediencia es motivada por el amor, y su propósito es la alegría (versículos 10–11). Esta alegría completa es una experiencia de la vida de Dios, el tipo de alegría duradera que ni la tristeza ni la privación en la vida la pueden quitar.

Jesús describe su relación con sus discípulos —enraizada en el amor divino y destinada para la alegría completa— como una amistad (versículos 14–15). No como la relación entre un amo y su esclavo, pues el lazo entre amigos es honesto y recíproco. La relación entre esclavo y amo se basa en obligaciones y privilegios ganados, mientras la amistad está enraizada en la libertad y la generosidad. Generalmente un amo les dice a sus esclavos solo lo que necesitan saber para hacer su trabajo, pero la amistad significa familiaridad y compartir ideas. Como amigos de Jesús, solo tenemos que pedir lo que necesitamos de las riquezas de la casa del Padre (versículo 16 DHH). Jesús dice, «Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes». Este don de amistad, no ganado, no merecido, les da a los discípulos la energía y la motivación de ir y dar mucho fruto, para hacer una diferencia en la vida de los demás.

Reflexionar: ¿De qué manera la amistad con Jesús me ayuda a ser amigo de los demás? 

Orar: Oh Dios, que nos has dado a tu Hijo para sacrificar su vida y ofrecernos las riquezas de tu casa, ayúdame a aceptar el don de la amistad con Jesús con un amor generoso y sacrificado.