Tu viaje a través del dueloMuestra
DÍA TRECE: Pagar por adelantado
Algunas veces te puede doler tan fuerte que tu único pensamiento es: “¡Sólo quítame el dolor!”
Ese deseo es normal. Algunas personas en duelo sabotean su viaje medicándose de manera poco saludable—trabajar de más, dormir en exceso, pasar horas frente al televisor o abusar de sustancias como el alcohol o las drogas. Esos intentos eventualmente serán contraproducentes.
Confortar no es lo mismo que quitar el dolor. Significa que reconoces e incluso aceptas el dolor y escoges llevar a tu alma el consuelo que está disponible.
Tal consuelo viene de muchos lugares: la presencia de Dios, personas que se preocupan, incluso recordar las mejores partes de tu relación con tu ser amado.
Llorar es valioso y puede conducir al consuelo. Permítete llorar y así poder experimentarlo.
El consuelo también debe pagarse por adelantado.
Conéctate intencionalmente con las personas y las experiencias que traen sanidad a tu corazón. Continúa regresando a la presencia de Dios por el consuelo que sólo Él puede traer.
En algún punto llegará el tiempo de seguir adelante.
Levanta tu mirada de tu propio dolor y busca a alguien más que esté luchando. Sea que esté afligido o no, habrá alguien que necesite algo que tú tienes. Da de ti mismo. Paga por adelantado. Tu propio corazón encontrará aún más sanidad como resultado.
Escrituras
Acerca de este Plan
No lo superes. Enfréntalo. El Dr. Carol Peters-Tanksley te ayuda a descubrir un camino único a través del proceso de duelo en este poderoso viaje de catorce días.
More