Claves para un matrimonio exitosoMuestra

Asuntos fundamentales para el matrimonio

La mayoría de las luchas que tenemos en los matrimonios no se deben a falta de información. Se deben a falta de obediencia a lo que ya sabemos. He tenido el privilegio de pastorear iglesias durante treinta y cuatro años, y he realizado muchas asesorías matrimoniales. Puedo decirles que la mayoría de las veces, las personas que están sentadas frente a mí no sufren de falta de información. Han captado la información. Incluso podrían darte las respuestas correctas sobre cómo deberían ser sus actitudes. Simplemente no tienen en su interior el deseo de hacer lo que dice la Escritura, o no saben cómo vivirlo.

Perspectiva individual

¿Qué necesita establecerse en tu propia vida, si el matrimonio es para glorificar a Dios? ¿Qué necesitas establecer como individuo, para experimentar alegría, unidad, sentido de propósito y adoración que Dios quiere que tenga el matrimonio? El matrimonio no es una proposición de 50/50. Así es como pensamos, lo admitamos o no. «Bueno, la razón por la que respondí de esa manera, es porque lo hiciste de esta forma. Si no hubieras dicho eso, no habría respondido así. Si esa no hubiera sido tu actitud, no actuaría de esa manera». Como si de alguna manera nos pudiéramos justificar ​​para desobedecer al Señor, porque la persona con la que estamos casados ​​no nos ha tratado adecuadamente. Quiero recordarte que glorificar a Dios en el matrimonio es una propuesta de 100/0. Es decir, lo que hago, es por el Señor. Y la vida que glorifica a Dios puede explicarse en los dos grandes mandamientos: Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, mente, alma y fuerza. Y amar a tu prójimo como a ti mismo. Eso es algo de lo que soy responsable, independientemente de cómo me traten, y eso incluye el matrimonio.

Pensamos en el amor de Dios, un amor que precedió a nuestro amor por Él. Dios nos amó antes de que lo amáramos, cuando no éramos amorosos, e incluso ahora la historia del amor no es nuestro amor por el Señor, sino el amor de Él por nosotros. Y es este tipo de amor que debemos demostrar en todas nuestras relaciones humanas, incluida la matrimonial. Entonces, cuando pienses en tu matrimonio, en lugar de pensar en lo que desearías que fuera tu cónyuge, piensa en cómo debería ser la obra del Señor en tu vida. Esto significa que la primera cuestión fundamental para ti como individuo, es la salvación.