[Serie Sublime amor] ¿Salimos?Muestra

Dominio propio

Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 

La Sulamita dice: Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera. Manifiesta que hay respeto en la relación, el cariño crece, pasan tiempo juntos; ves que en verdad es un hijo de Dios, te sientes segura con esa persona. Comienza a aparecer el deseo sexual.

Jesús enseñó: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Hace referencia a la intimidad de la pareja. La carne, las emociones, mente y espíritu se unen de una manera profunda y real con la otra persona. Dios diseñó el sexo dentro del matrimonio. Es como prender fuego en una chimenea, añades leña; el fuego puede estar por el resto de tu vida, si sigues añadiendo leña. Es un fuego que calienta, da alegría, tranquilidad y paz, porque está en los límites que Dios puso.

En cambio, fuera del matrimonio trae culpa, vergüenza, daña. Aunque el mundo tenga otra filosofía, y diga: «no pasa nada, es tu cuerpo, somos libres». Estudios científicos de psicólogos honestos revelan, que las personas que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio viven con ansiedad, culpa y vergüenza. 

Pablo enseña: ¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo. ¿Por qué? Porque al ser una sola carne cuando tienes intimidad con esa persona que no es tu esposo, recibes sus emociones; parte de su mente y espíritu, por eso empiezas a hacer y pensar cosas que no hacías, ya que se te pegaron del otro. 

Pablo confronta a una gran verdad: ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.

El deseo sexual no es pecado y no debes sentirte condenado por sentirlo. Dios te lo dio, y un día será muy útil en tu matrimonio. Pero mientras no estés casado debes ejercer dominio propio. 

Ella dice: No despierten el amor hasta que quiera. Observa que se refiere al amor como una persona, ¿quién es amor? Dios es amor. ¿Cuándo quiere Dios despertar la vida sexual en tu vida? Cuando tengas un matrimonio. Por lo tanto, hay deseo sexual, pero también dominio propio.

¿Honras a Dios con tu cuerpo? ¿Honras a Dios mientras sales con alguien?

Este es el segundo devocional de la serie «Sublime amor», te animamos a seguir los demás planes, diseñados para edificar tu vida. Para profundizar sobre este tema te invitamos a ver el sermón en el cual se basó este devocional, en el siguiente enlace Click aquí