[Serie Sublime amor] ¿Salimos?Muestra

¿Salimos?

Me gusta Cantar de los cantares, porque después de la atracción hay un proceso de conocerse antes de pasar al noviazgo y es aquí donde quiero proponerles que nos demos espacio y un paréntesis en las familias, antes de decidir ser novio o novia de alguien. Llamemos a este espacio, entre atracción y noviazgo: «¿Salimos?», que es el título de este plan devocional.

Como iglesia y familia hagamos un paréntesis, donde nos damos este tiempo, permiso o espacio de «salir juntos» sin ser novios, para conocernos y ver si se da naturalmente el paso del noviazgo.

Hablaremos  de un principio acerca del carácter de nuestro Señor Jesús y sobre cómo desarrolla su relación con nosotros; después veremos ilustrado en Cantar de los cantares este proceso entre atracción y noviazgo que llamo: «¿Salimos?» 

Juan menciona estas palabras: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. 

Me gusta este pasaje y quizás para que lo entendamos un poco mejor, deberíamos aclarar que Jesús no solo tenía doce discípulos, tenía muchos más, no eran tan cercanos como los doce pero eran discípulos, llegó a tener hasta quinientas personas que se llamaban discípulos de Cristo Jesús. 

Aquel día, Jesús enseñó algo importante, les dijo: Así como cayó maná del cielo y Dios alimentó al pueblo de Israel cuando estaba Moisés, pero solamente les llenaba el hambre ese día, Yo soy el maná que baja del cielo de Dios padre y vengo a dar vida eterna. Pero para que tengas vida eterna necesitas comer de mi carne y beber de mi sangre. Entonces algunas personas que estaban escuchando esto, no entendían bien quién era Jesús ni a qué se refería, por eso lo que entendieron es que: Este quiere que seamos caníbales, como estaba prohibido para el pueblo de Israel comer sangre, lo tomaron como una gran ofensa. 

Muchos escucharon a Jesús, pero como no lo conocían bien y no estaban tan cerca de Él, no sabían que quería decir: «Soy el Salvador, el Mesías». Estaba hablando de ir a la cruz del calvario, donde su cuerpo sería traspasado, golpeado y tendría heridas en su espalda, ¿para qué? Para que su sangre brotara. Cuando creemos en su obra en la cruz del calvario, su cuerpo entregado y sangre derramada, tenemos perdón de pecados, reconciliación con Dios y vida eterna. Jesús dijo: por fe tienen que comer de mi carne y tomar de mi sangre, pero ellos no lo entendieron porque no estaban cerca de Él. 

¿Escuchas a Jesucristo? ¿Entiendes su palabra?