[Serie Sublime amor] ¡Somos novios!Muestra

Cuarto principio: amor que espera

Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera. 

Ya hemos explicado que no está hablando con doble sentido. El libro de los Cantares, está hablando de ese amor que Dios diseñó, un amor conforme a su esencia, pues Dios es amor. Él tuvo la idea del matrimonio y lo diseñó. También diseñó el sexo en, y para el matrimonio.

La primera carta del apóstol Pablo a los corintios dice así acerca del amor: Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

• Todo lo sufre, todo lo cree: Cuando estamos escuchando de las debilidades, secretos, deseos, sueños, y errores del pasado de la persona con la que se tiene una relación de noviazgo, si se decide perdonar, superar, y seguir adelante, eso es amor de verdad.
• Todo lo soporta: Habla de soportar las diferencias dentro de la relación, pero no el abuso. Una cosa es perdonar el pasado y errores de alguien, y otra es seguir en una relación tóxica, donde una persona está abusando verbal, emocional, o físicamente de otra. De algo así se debe salir rápido, porque de casados todo irá peor, todo terminará en un completo caos, será un verdadero infierno.
• Todo lo espera: El amor nunca deja de ser. Dices: «Ya quiero consumar la relación, no puedo esperar porque quiero demasiado a mi pareja». ¿Lo quieres o lo amas? Porque el amor verdadero puede esperar. Amor verdadero es el de un soldado, que ama a su esposa tanto, que, aunque estuvo un año fuera de casa, fue fiel y no buscó otras mujeres, sino que regresa a su hogar, esperando estar con su amada. Eso es amor, todo lo espera. El amor en un noviazgo espera la noche del matrimonio para consumarlo, eso es verdadero amor.

No sé cuáles son tus ideas ni las ideas de tus amigos. Quizás ya fracasaste en esta área. Pero no porque tú o alguien cercano haya fracasado o tengas ideas contrarias, significa que Dios piense lo mismo. Dios tiene otra idea. Él diseñó el matrimonio. Dios no quiere quitarte algo, sino añadir a tu vida el mejor sexo posible. Pero el mejor sexo posible es dentro del matrimonio.