[Serie Sublime amor] ¡Somos novios!Muestra

Un proceso de amor

Actualmente existen muchas ideas para evadir o cambiar la función del matrimonio, o incluso, aplicarlo diferente a como Dios lo constituyó. Pero tengo noticias, ¡Dios tuvo la idea del matrimonio!, Él creó al hombre y luego a la mujer, los cuales entran en un pacto delante del Señor, y a su vez, forman un matrimonio. Porque a algunos no les funcione, no significa que Dios tuvo una mala idea, el problema es que muchos, no siguen sus instrucciones. 

Muchos han usado el matrimonio de manera contraria a como Dios lo creó. Pero imaginemos esposos amando a las esposas, así como Cristo amó a la iglesia; esposas respetando a los esposos, así como la iglesia debe honrar a Cristo. ¡Qué clase de matrimonios tendríamos! Pero nadie quiere seguir las instrucciones. No es que Dios sea un mentiroso, sino que somos malos para seguir instrucciones.

Si el matrimonio es la idea de Dios, la manera para llegar a él, también es su idea. Si Dios diseñó el matrimonio, también el proceso. En el libro de Cantar de los cantares vemos eso, incluso en Proverbios dice: El que halla esposa, ¿qué significa?, que estuvo buscando, es decir, hubo un proceso. El que encuentra una esposa, descubre un tesoro y recibe el favor de Dios, ¿qué significa encuentra?, que estuvo buscando. Hay un proceso para llegar al matrimonio. Cantar de los cantares, nos enseña que el matrimonio es un proceso de amor entre un hombre y una mujer, que comienza antes, sigue durante y después de la boda, hasta que la muerte física los separe. 

Las normativas de Jesús son diferentes a las del mundo. Actualmente dicen: «Es normal que el noviazgo sea así, que el matrimonio sea así, que tengamos relaciones de esta manera, o que alguien tenga una doble vida en su casa». Pero lo normal de Jesús, es muy diferente a lo normal del mundo. Una de las grandes decisiones que se tienen que tomar en la vida es: ¿qué es lo normal que quiero?, el que vi en casa, el que vi en mis amigos, o el normal que Jesús me enseña, el cual nos lleva a una vida en abundancia, y a tener armonía y paz con Dios y las personas. El normal que edifica vidas, el normal que trae paz y no condenación.

¿Qué tipo de «normal» quieres? Si quieres el «normal de Dios», el que viene de su idea y seguir sus instrucciones, entonces necesitas un proceso.